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LOURDES CANTARERO

"La solidaridad no es una moda"

Lourdes Cantarero es la ganadora del concurso Jóvenes Europeos, un galardón organizado por las representaciones del Parlamento Europeo y la Comisión Europea en España para premiar la iniciativa y el empuje de los jóvenes por desarrollar trabajos relacionados con Europa y que este año ha dejado de premiar sólo a las mujeres jóvenes y se ha convertido en un galardón mixto.Con 26 años, está madrileña tiene un currículo impresionante. Se licenció en Ciencias Empresariales en la Autónoma de Madrid. Obtuvo una beca Erasmus que le permitió estudiar un año en Lyon (Francia). Realizó un máster en Cooperación Internacional organizado por la Agencia Española de Cooperación. Habla a la perfección inglés, francés y, modestamente, dice tener un "nivel medio de alemán"; ahora estudia árabe y hace años tuvo coqueteos con el ruso.

Al terminar sus estudios no se quedó quieta: se marchó medio año a Tahití a trabajar en programas de ayuda a la sociedad civil. Todas las mañanas va a trabajar a la organización no gubernamental Ayuda en Acción en labores de control financiero y, por las tardes, a una empresa de asesoría informática. Aparte, le da tiempo de acudir a un taller de escritura y embarcarse en la creación de una asociación que, en el futuro, edite la obra de jóvenes escritores noveles. "Todo es cuestión de organizarse bien el tiempo y tener muchas ganas", asegura.

Aunque para ella Europa sea un "pedazo de historia atragantada" es optimista por naturaleza y ve muy sana a la juventud europea: "No creo que la participación de los jóvenes en ONG sea una moda. Los valores verdaderos no son una moda y la solidaridad es uno de ellos". Y a eso va a dedicar el millón de pesetas que le entregarán hoy. "Voy a desarrollar mi tesina sobre cooperación europea en el Mediterráneo". Invertir el premio en algún proyecto de investigación o trabajo era uno de los requisitos de las bases del concurso. No le importa no poder utilizar ni una peseta en un capricho. "Es una forma perfecta de seguir interesándome por algo como el Mediterráneo. Es un regalo para saciar mi curiosidad".

Esa misma curiosidad la llevó a presentarse al concurso. Fue la elegida de entre más de 2.000 jóvenes españoles con inquietud profunda por Europa. "A mí me preocupa lo caro que está pagando el campo español la entrada en Europa. Se está cambiando la fisonomía del país. Es cierto que a cambio recibimos muchas ayudas pero, por ejemplo, algo que habría que hacerle entender a los políticos es que detrás de las vacas y los olivos hay gente, cultura. No todo son números, es necesario que no se olviden de eso", afirma Cantarero.

El paro y la imigración son para ella las dificultades más acuciantes del proyecto europeo. "La inmigración se enfoca como un problema y no lo es. Si se hacen bien las cosas hay sitio para todos".

Y como solución a los problemas de Europa y España propone "una profunda reforma constitucional que permita preguntarle al ciudadano qué es lo que quiere. Así se lograría mayor toma de conciencia y la gente actuaría de otra forma".

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