Tres comerciantes se niegan a dejar la vieja Estación Sur de Autobuses
Un estanquero, un pastelero y un vendedor de artículos de decoración se niegan a abandonar los locales de la antigua Estación Sur de Autobuses, situada en Palos de la Frontera y cerrada al público desde ayer. Estos tres vendedores acusan a ESAMSA, la empresa explotadora de la nueva Estación Sur, de incumplimiento de contrato.Uno de los afectados, Jesús Burgos, se mostraba indignado con la actitud de esa empresa. "Nos quieren hacer un nuevo contrato. Nos suben el 300% el alquiler de los nuevos locales, nos asignan el local que ellos quieren, sin consultarnos para nada, y nos prohiben vender parte del material", protestaba Burgos. La situación de estos tres comerciantes es ciertamente curiosa, porque sus locales permanecen abiertos al público en un edificio que ya está cerrado desde que la nueva Estación Sur, situada en la calle de Méndez Álvaro, comenzara a funcionar el pasado miércoles. EL PAÍS no pudo contactar ayer con algún responsable de la compañía ESAMSA para conocer su versión.
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