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Los laboristas crean un impuesto sobre empresas privatizadas para financiar el empleo juvenil

Isabel Ferrer

"El Presupuesto del pueblo", que debe fomentar la inversión y el empleo en el Reino Unido en un ambiente de estabilidad económica, fue presentado ayer por Gordon Brown, ministro británico de Finanzas, ante una Cámara de los Comunes repleta. En un intento de dejar claro que se va a cumplir el manifiesto electoral que llevó a os laboristas al Gobierno hace siete semanas, el ministro inyectará recursos sobredo en los capítulos de Sanidad y Educación. La presión fiscal subirá este año el equivalente a 1,36 billones de pesetas y el próximo 1,17 billones.

Para financiar un plan de lucha contra el paro juvenil, se crea un nuevo impuesto sobre los beneficios, juzgados excesivos, de las empresas privatizadas. Subirán el tabaco, la gasolina y el alcohol y se reducirá el tipo del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que grava el gas y la electricidad domésticos.La mayor preocupación de Brown y del Gabinete de Tony Blair, crear empleo, será financiada por un nuevo y controvertido impuesto sobre los dividendos que las empresas privatizadas reparten entre sus accionistas. Se conseguirán así casi 5.000 millones de libras (1,24 billones de pesetas) en dos años, procedentes de compañías de agua y electricidad, que servirán para subvencionar programas de ayuda al trabajo de los jóvenes.

En un discurso de una hora de duración, Gordon Brown aseguró que las nuevas tasas servirán para reducir el déficit público en los próximos cinco años. La renta nacional crecerá un 3,25% este año y el poder adquisitivo del consumidor aumentará también hasta un 4,5%.

"Justa y equilibrada"

Con estas cifras de fondo, el ministro desgranó una subida de impuestos "justa y equilibrada" que se limita a cumplir, según afirmó, a las promesas del laborismo en la última campaña electoral: fomentar el empleo y mejorar la sanidad y la educación nacionales.Con gesto seguro, Brown anunció que invertiría 3.500 millones de libras del Presupuesto (867.999 millones de pesetas) en un proyecto para crear empleo y sacar del paro a 250.000 jóvenes de 18 a 25 años. Este plan será financiado con parte de los ingresos obtenidos gravando los dividendos de las empresas y sociedades privatizadas durante la era conservadora.

Sanidad, el otro lastre económico y social de los últimos Gobiernos británicos, recibirá una inyección adicional de 1.200 millones de libras (297.000 millones de pesetas). Las reservas del Tesoro para 1998 y 1999 serán las encargadas de costearlo. "La gente quiere que la sanidad funcione y el gasto aumentará aquí un 5% en términos reales", afirmó el ministro, que prometió una reforma administrativa de los servicios públicos.

Cuando llegó el turno de hablar de educación, caballo de batalla electoral de todo el espectro político británico, Brown se explayó algo más. De los 2.300 millones de libras (570.400 millones de pesetas) que invertirá en el sector, 1.000 millones saldrán de las reservas nacionales. El resto será extraído del mencionado impuesto a firmas privatizadas y será invertido en escuelas e investigación. El Gobierno dedicará otros 200 millones de libras (49.600 millones de pesetas) a ayudar a buscar empleo a las familias de un solo padre. Un millón de adolescentes británicas son madres solteras.

Hasta aquí la parte acogida con normalidad de la exposición del ministro, que estrenaba una nueva cartera roja para entregar el proyecto de Presupuesto, después de que más de un siglo de uso dejara la de sus antecesores maltrecha. El anuncio de que se suprimirá una delicada desgravación fiscal que llegó a continuación fue mucho peor recibida. Lo que desaparece es la bonificación fiscal por contratación de seguros privados de enfermedad por los mayores de 60 años.

Medio millón de pensionistas se verán afectados, pero el Gobierno espera ahorrar con ello 140 millones de libras al año (34.720 millones de pesetas) para compensar un recorte de impuestos, este muy popular. El IVA aplicado a la energía de uso doméstico bajará del actual 8% a un 5% en septiembre. Gordon Brown querría suprimirlo del todo también en la electricidad, pero se lo impiden las normativas de la Unión Europea.

Subidas clásicas

El mercado inmobiliario, que atraviesa su mejor momento, fue también "tocado" por el ministro de hierro, como ya se le conoce. Las tasas aplicadas a los trámites de adquisición de una vivienda cara, de 250.000 o medio millón de libras (62 y 104 millones de pesetas) subirán un 1% y un 1,5%, respectivamente. La desgravación de los intereses de créditos hipotecarios bajará del 15% al 10% en abril de 1998.El Gobierno, echa mano, además, al clásico repertorio de subidas de impuestos: habrá que pagar 19 peniques más (47 pesetas) por un paquete de cigarrillos, que cuesta ahora el equivalente a 867 pesetas; también 19 peniques más por una botella de licor; un penique (2,50 pesetas) por una pinta de cerveza o sidra y cuatro peniques más (10 pesetas) por una botella de vino.

Las gasolinas también suben. Desde las seis de la tarde de ayer, el litro es cuatro peniques (10 pesetas) más caro. Para cerrar el primer Presupuesto laborista en 18 años, Brown señaló que el impuesto sobre la renta de las personas físicas no subirá ahora, como prometió con insistencia Blair en la campaña, pero tal vez lo haga en 1998.

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