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GESTIÓN

El Ayuntamiento ordena el cierre de La Riviera a partir del jueves

La Junta Municipal de Arganzuela ha ordenado la clausura de la discoteca La Riviera, a partir del próximo jueves, por deficiencias en las instalaciones del recinto. Según la orden municipal, el próximo día 3 la sala no podrá abrir al público. En caso contrarío, dice el Ayuntamiento, se procederá a precintar al local situado en el paseo de la Virgen del Puerto, junto al río Manzanares.Los responsables de la sala prefirieron guardar silencio durante el día de ayer. La semana pasada aseguraron que no habían acometido las reformas de la sala porque el Ayuntamiento no les había comunicado aun la obligación de hacerlas.

De momento, el concierto insurgente que al grito de "¡Viva Zapata!" reúne a Juan Perro, Robe Iniesta, Frank T., Antón Reixa o Calamaro, entre otros, se celebrará hoy en Aqualung en lugar de en La Riviera, donde estaba previsto. Los problemas de esta sala dejan en el aire la viabilidad de las próximas actuaciones allí programados.

La Riviera tenía previsto celebrar el concierto de Bo Diddley para el próximo jueves. Ayer se facilitó una nota donde se anunciaba la suspensión del recital sin especificar el motivo. No había previstas más actuaciones para los próximos días.

El patio y el aire

Clemente Torres, concejal del distrito de Arganzuela, manifestó ayer que el pasado 28 de mayo abrió un expediente a la sala. Se concedía a los dueños un mes para quitar la lona que cubre el patio y retirar los aparatos de aire acondicionado que molestan a los vecinos."Los propietarios de la sala deben dejar la sala en la misma situación en que les fue concedída la licencia de apertura. Es decir, deben retirar los aparatos de aire acondicionado y dejar el patio sin cerrar", señaló Clemente Torres. El concejal agregó que la sala podrá volver a abrir cuando se arreglen las deficiencias descubiertas en la inspección del pasado 28 de mayo.

Asimismo, el Ayuntamiento de Madrid ha enviado ya un informe a la Consejería de Presidencia de la Comunidad de Madrid en el que denuncia que en el concierto del cantante inglés Mark Owen, celebrado en La Riviera el pasado miércoles, se excedió el aforo máximo del local.

Ese día hubieron de ser atendidas 210 jóvenes fanáticas del ex miembro del grupo británico Take That por lipotimias y desmayos causados por la aglomeración y el calor.

Según Torres, hubo 3.000 personas en el recital, el doble de la capacidad legal de la sala. 1.500 almas. La Policía Municipal en cambio cifró en 2.000 los asistentes. Por su parte, los responsables de la sala sostienen que en ningún momento se sobrepasó el aforo permitido. El Gobierno regional determinará si procede, a la vista de los informes remitidos por el Ayuntamiento, sancionar a los responsables de la sala.

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