Ni la lluvia frena a Schumacher
Lección magistral de piloto de Ferrari en el Gran Premio de Francia
Ni siquiera la tormenta que descargó sobre el circuito de Magny-Cours durante las 10 últimas vueltas del Gran Premio de Francia pudo frenar la marcha triunfal de Michael Schumacher (Ferrari F310B). El piloto alemán impartió una lección magistral de conducción, inteligencia y estrategia, y después de haberse llegado ya al meridiano del campeonato mundial de fórmula 1, se ha distanciado en 14 puntos de su más inmediato perseguidor, el canadiense Jacques Villeneuve (Williams), que ayer acabó en cuarta posición.Schumacher, que había partido desde el primer puesto de la formación de salida y sólo había cedido el mando de las prueba durante tres vueltas, a su compatriota Heinz-Harald Frentzen (Williams FW19 Renault), cuando se detuvo a repostar y cambiar neumáticos, decidió continuar con las ruedas para suelo seco a pesar de la tormenta. Schumacher se salió de la pista a nueve vueltas del final, aunque pudo regresar al trazado dando una muestra más de su pericia, ya que supo controlar el coche y sacarlo de la gravilla sin perder tiempo para consumar su tercer triunfo de la temporada.
El éxito de Ferrari, para cuyos coches no parecía idóneo el trazado de Magny-Cours, lo completó el irlandés Eddie Irvine, que acabó en el tercer puesto.
Las primeras posiciones se mantuvieron estables hasta que llegó la tormenta, lo que planteó serias dudas a pilotos y equipos sobre la táctica que elegir: seguir con las ruedas de suelo seco o parar a montar las de lluvia.
Tanto Schumacher como Frentzen, primero y segundo, separados por una veintena de segundos, decidieron arriesgarse y seguir con las de seco, mientras que Irvine y Villeneuve pararon a cuatro vueltas del final, cuando la lluvia empezó a cesar. La lucha por los puestos tercero a sexto fue encarnizada en las cuatro últimas vueltas, sobre todo en la última.
Villeneuve, al que el Mundial comienza a ponérsele cuesta arriba, pasó desde la séptima posición en que se reincorporó a la pista tras el cambio de neumáticos a la cuarta, y en la última variante que da acceso a la meta, para arrebatar el tercer puesto a Irvine, intentó una maniobra imposible que terminó con un trompo, el derribo de varios pivotes para delimitar las entrada a boxes y la rotura del deflector lateral derecho. Villeneuve, no obstante, pudo incorporarse de nuevo a la pista y salvó el cuarto puesto, por delante del francés Jean Alesi (Benetton B197 Renault), séptimo casi toda la carrera, que se benefició de las salidas de pista en la última vuelta del alemán Ralf Schumacher (Jordan 197 Peugeot) y del escocés David Coulthard (McLaren MP4/12 Mercedes) en un final muy emocionante.
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