Tres muertos al estallar una bomba en el tren Moscú-San Petersburgo

Una bomba provocó ayer tres muertos y siete heridos al estallar en un tren que iba desde Moscú a San Petersburgo. Al parecer, el artefacto, de fabricación casera, explotó cuando su portador lo manipulaba en los servicios, entre las estaciones de Torbino y Borovennoye, a varios cientos de kilómetros al noroeste de Moscú.El tráfico ferroviario se vio interrumpido brevemente, según informaron funcionarios del Ministerio de Situaciones de Emergencia, quienes junto a los de los órganos de seguridad, se desplazaron al lugar del incidente.

Esta es la tercera explosión que se produce este año en los ferrocarriles rusos. Las dos anteriores ocurrieron en estaciones del sur de Rusia y dejaron un saldo de cuatro muertos. Aunque las explosiones son una cosa bastante común en Rusia en los arreglos de cuentas entre las mafias locales, las ocurridas en las estaciones se atribuye a chechenos, según el Ministerio del Interior. La policía ha detenido a dos mujeres chechenas a las que acusa de ser las autoras.

Por otra parte, el general Alexandr Korzhakov, ex jefe de seguridad del presidente Borís Yeltsin y actual diputado de la Duma Estatal, afirmó ayer en el diario inglés The Guardian que el líder ruso ha sufrido ataques de profunda depresión, durante los cuales ha intentado suicidarse. Por lo menos dos son los intentos que relata Korzhakov: el primero, una caída de un puente, que en su época la gente lo atribuyó a una borrachera, y el segundo en una sauna, cuya puerta el guardaespaldas tuvo que romper para salvarle.

La presidencia reaccionó a las declaraciones de Korzhakov diciendo que "es absurdo entrar a polemizar con una persona cegada por el odio y guiada en su relación con el presidente sólo por el deseo de venganza". La oficina de prensa de Yeltsin considera falsas todas las declaraciones.