Matutes reconoce que ha hablado con Aznar de su relevo en Exteriores

El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, reconoció ayer que ha abordado con el presidente José María Aznar su posible relevo en el Gobierno, dado que el "género de vida de un ministro de Exteriores no es el más compatible con el de alguien que ha sufrido un infarto". Matutes, en una entrevista con Iñaki Gabilondo en la cadena SER, no desveló si Aznar y él pusieron fecha a su salida, aunque reconoció que de "estas cosas siempre se habla, pero no se comentan". El ministro admitió que, para él, los tres años que quedan de legislatura "son demasiado tiempo".

Fuentes diplomáticas señalaron que la salida del ministro no es inminente, pero admitieron que lo más lógico es que no concluya la legislatura.La fechas más probables para un posible relevo a petición propia del ministro se sitúan después del verano, una vez pasada la cumbre de la OTAN que reunirá en Madrid a todos los líderes del mundo occidental. La reforma del tratado de Maastricht, cumplida sin demasiada ambición en la pasada cumbre de Amsterdam, y la reforma y ampliación de la OTAN eran dos de los temas claves desde el punto de vista de la política exterior en la presente legislatura.

La salida de Matutes provocaría, previsiblemente, un ajuste en el Gobierno, aunque el presidente Aznar se ha mostrado, hasta el momento, contrario a realizar cualquier cambio.

En la entrevista, el propio Matutes quiso adelantarse a los rumores sobre su posible relevo al señalar que éste es ya "una de las serpientes de verano que comienzan a perfilarse". El ministro dijo encontrarse perfectamente recuperado del infarto de miocardio que sufrió. durante la pasada Semana Santa, aunque reconoció que existe una presión de su entorno familiar para que reconsidere su continuidad en la vida política.

Incompatibifidad

Los médicos exigieron al ministro una vida metódica y ordenada y que evitara los viajes que como ministro de Exteriores debe realizar constantemente. Pese a estas recomendaciones, Matutes no ha podido cumplir con la mayoría de la exigencias de los médicos.

Matutes admitió que la vida de un ministro de Exteriores "no es la más compatible con la que debe llevar una persona que ha sufrido un infarto". El ministro, por otra parte, ha desmentido con humor los rumores que indicaban que pronto debería someterse a una operación de corazón.