A tumba abierta

Gran victoria. Pleno total. España ganó, convenció e hizo disfrutar a la afición con un actuación impecable, plena de intensidad, convicción y acierto. Jugó sin miedos, a tumba abierta, con una eficacia defensiva que por momentos bloqueó el ataque croata. Dirigidos por un inteligentísimo Rafa Jofresa y apoyados ofensivamente en Smith, Herreros y Ferran, el comportamiento general del equipo fue de una gran solidez. Cierto que en Croacia no están sus grandes estrellas, pero a cinco balcánicos (da igual de donde vengan) les dejas jugar a gusto, y te hacen un roto. España no bajó la guardia en ningún momento y ni siquiera la zona croata le creó problemas.Enorme favor. Obradovic le ha hecho un gran favor a Lolo Sainz. El serbio convirtió a Mike Smith en un invitado a su banquillo durante casi toda la temporada, lo que ha propiciado que llegue a este Europeo más fresco que una lechuga. Su derroche de facultades resultó extraordinario, casi trasladable a sus primeros años en el Mayoral. Anotó, defendió y reboteó con fiereza, siendo piedra angular del éxito. Lolo Sainz apuesta claramente por él, lo que no deja de tener su riesgo, pero Smith da al equipo velocidad (lo que Lolo quiere) y consistencia reboteadora (lo que España necesita).

Para aprender. No está Kukoc, ni Radja. Son muy jóvenes y se les nota. Pero es todo un deleite observar los fundamentos de los croatas. Sus movimientos con y sin balón; la capacidad para encontrar el hombre mejor situado y la buena mano de casi todos sus jugadores son dignas de admiración. Dominando el abc del baloncesto (botar, pasar y tirar) todo resulta mucho mas fácil.

Para soñar. No hay que tirar las campanas a vuelo (que luego llegan los cuartos de final) pero España va bien, y no es una coletilla política. Los objetivos se van cubriendo. Tal como están las cosas en el baloncesto europeo, salvo Yugoslavia todos los rivales son accesibles, por lo que estamos ante una oportunidad inmejorable.