Hong Kong aprueba una enmienda que amplía el margen de oposición política
ENVIADO ESPECIALA una semana justa del retorno de Hong Kong a China, el Parlamento de la colonia británica aprobó ayer por tres votos una enmienda a la ley contra la sedición y la subversión que amplía el margen de la contestación política en el futuro y obliga de algún modo a China a pronunciarse al respecto. Lo más probable es que sea revocada por el nuevo Legislativo, elegido indirectamente por 400 notables prochinos, que a partir del próximo 1 de julio reemplazará al actual. El gobernador, Chris Patten, calificó de correcta la enmienda y el líder político más popular, Martin Lee, expresó esperanza de que no sea abrogada.
Con las últimas horas de vida de la colonia, políticos como Lee, académicos y observadores insisten en que hay lagunas jurídicas en la Constitución de la colonia que China puede aprovechar para frenar las libertades de la población del territorio. Otros, en cambio, acusan al líder del Partido Democrático de estar cuestionando la independencia de los jueces del Tribunal de Apelación, la última instancia judicial que tendrá la región. La enmienda aprobada ayer declara, por ejemplo, que sólo la violencia física, pero no la verbal, será castigada. Igualmente, todas aquellas afirmaciones sediciosas vertidas por una persona en discursos o publicaciones no serán consideradas delito.
"Quédate tranquilo, Martin, que el nuevo Gobierno permitirá que tú y tus seguidores podáis continuar manifestándoos", le contestó ayer Alan Lee, líder del Partido Liberal, grupo vinculado al empresariado local, a su rival político en un debate con otros dos dirigentes de partidos. "Y ¿podré manifestarme desde el balcón del Parlamento?", contestó Martin. El otro respondió: "Mientras no violes la ley..." El futuro Ejecutivo ha pedido ya a Martin Lee que traslade a otro lugar menos céntrico la protesta que tiene previsto realizar en la madrugada del 1 de julio, mediante una declaración de repulsa al nuevo Legislativo desde el balcón del Parlamento.
Sedición y crítica individual
En esta ambigüedad que puede vivir Hong Kong a partir del día 1 destacan las palabras de la nueva ministra de Justicia, Elsie Leung. ¿Podrá una persona gritar "¡Abajo Li Peng!", el primer ministro chino?. Respuesta: "Si el propósito es incitar el derrocamiento del Gobierno en el continente, será considerado como acto de sedición y por tanto castigado. Pero si se critica individualmente a un dirigente político, no es sedición".Entretanto, Lee Kuan Yew, el ex presidente y ministro consejero del actual Gobierno de Singapur, manifestó ayer en Hong Kong su convicción de que China respetará la Ley Básica (la nueva Constitución de la colonia) porque está en su propio interés hacerlo. "Pero no tolerará el politiqueo que trastorne el sistema político chino", advirtió.
Tanto el fallecido líder supremo chino Deng Xiaoping en su momento, como el futuro primer ministro de Hong Kong, Tung Chee-hwa, no han ocultado su simpatía por introducir en China el modelo singapureño de sociedad autoritaria, que combina una rígida disciplina social con una economía de mercado muy liberal.
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