Optimismo relativo

La Bolsa ajustó ayer sus variables a lo que puede entenderse como una posición de prudencia, aunque apuntando hacia arriba. Se da por hecho que habrá reducción de los tipos de interés, pero hay algunas dudas sobre la fecha, lo cual no ha impedido que las cotizaciones forzaran un nuevo máximo histórico y con un volumen aceptable.Una buena parte de la prudencia que mostraron los inversores está en la proximidad del nivel del 600%, un punto psicológico que puede traer consigo la retirada de muchos inversores que consideren suficiente esa ganancia para este ejercicio.

Los analistas, que han tenido que ir subiendo el listón a medida que el mercado anulaba sus predicciones, tienen la meta puesta en el 625%. Si se da por bueno el pronóstico, hay más de medio ano para añadir poco más de 30 puntos al nivel actual del índice. El margen es pequeño y el tiempo es mucho, sobre todo cuando la inversión se ha acostumbrado a un ritmo más frenético.

La contratación fue de casi 100.000 millones de pesetas, de las que Telefónica acaparó una buena parte sin que nadie explicara si se trata de la ratificación de operaciones pactadas o si, simplemente, es que es mejor mantener la incógnita entre los socios. Wall Street sufría una brusca caída que dejó en la mitad las ganancias del último mes. El índice Dow Jones retrocedió 192,25 puntos (un 2,47%) para quedar en 7.604,26.