"¿Jospin o Blair?"

No podía faltar la pregunta y se la hizo ayer a Almunia un corresponsal extranjero. La respuesta del nuevo secretario general del PSOE, tras un breve lapso, fue tajante: "Mi apellido es Almunia. Árabe, pero inequívocamente español".Pero Almunia en privado admite que admira el dinamismo del nuevo primer ministro del Reino Unido, que le recuerda al Felipe González de 1982, y aprecia la honestidad del primer ministro francés. Admira a Blair, pero por su imagen e historia política prolongada, Almunia se parece más a Jospin. Como éste, es un eslabón entre el pasado y el futuro del socialismo.

¿Sus planes de futuro?. Ayer los apuntó: conseguir una mayoría para ganar las próximas elecciones al PP. En esa dirección va a trabajar y para ello tratará de avanzar hacia la unidad con la izquierda, particularmente con IU, y para abrir el PSOE a la participación de nuevas capas sociales. Para ello sabe, y lo dice, que se necesita recuperar la imagen de honradez del PSOE y poner en práctica un programa que sirva como proyecto alternativo al PP, con diferencias claras y algunos puntos de consenso. Pero antes tiene que desburocratizar el funcionamiento del partido. Con el nuevo equipo, más homogéneo y parcialmente renovado, intenta el primer paso.