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Sectores de IU acusan al PCE de alentar las sanciones contra Nueva Izquierda

Paso a paso, en la ruptura interna de Izquierda Unida se van abriendo nuevas grietas. Mientras Julio Anguita reclama silencio a los dirigentes de IU para que no contribuyan "al espectáculo", sectores de la coalición saltan a la arena para apoyar o rechazar las anunciadas sanciones contra los miembros de Nueva Izquierda. Varias federaciones y sectores de la organización han señalado al PCE como inductor de las "maniobras" contra Nueva Izquierda. Por su parte, Francesc Frutos, del PCE, tachó de franquistas a los que critican al partido comunista.

En Cataluña, el sector crítico del PSUC se constituyó en lo que es una verdadera "dirección paralela", enfrentada a la estatutaria encabezada por Rafael Ribó, presidente, además, de Iniciativa per Catalunya. Bajo el nombre de Manifiesto del PSUC, los críticos alientan las sanciones contra los diputados de Nueva Izquierda, acusan a la actual dirección del PSUC de estar supeditada a los socialistas y abren relaciones con el PCE por encima de su propia organización.El próximo domingo, atendiendo a una invitación, los críticos del PSUC expondrán al comité ejecutivo del PCE su visión sobre la organización catalana. La dirección del PSUC difundió ayer un comunicado en el que reprocha a los críticos el intento de debilitar la organización y acusa al PCE de "gravísima injerencia" al invitar a los críticos a la reunión de su órgano de dirección.

En Cantabria también se han denunciado movimientos alentados por el PCE contra la dirección regional. Ayer, el coordinador general de Izquierda Unida Cántabra, Manuel Blanco, advertía que la organización federal "está en peligro", calificaba de error las sanciones contra Nueva Izquierda y pedía "voluntad política para que la situación se arregle". En un comunicado de la presidencia regional se propone volver al espíritu de la fundación de IU que le permita enfrentarse a su "verdadero enemigo, que es la derecha". La presidencia regional considera que es "inútil y peligroso" convertir el "debate político" en un asunto disciplinario.

Los ataques a la actitud del PCE se extendieron también a la federación valenciana. El dirigente de Esquerra Unida del País Valenciá y miembro de la Tercera Vía, Pasqual Mollá, acusó a "los sectores más intransigentes del PCE" de vulnerar los estatutos de las federaciones y romper el principio de soberanía. Mollá advirtió que cualquier intento de mantener las sanciones "abrirá una espiral autoritaria que cercenará la democracia, la libre discusión y el pluralismo en IU".

La reacción del PCE quedó ayer reflejada en las palabras de Francisco Frutos, que comparó a quienes critican a los comunistas con el general Franco: "Estos chicos", dijo, "se parecen cada vez más a Franco y a los franquistas que culpaban de todo lo que pasaba en el país a una conjura judeo masónica-comunista, sin darse cuenta de que los problemas reales existen".

Por su parte el Pasoc, a través de su vicepresidente, Franco González, salió, más que en defensa de alguien, en ataque contra Diego López Garrido, al que recomendó que "se muerda la lengua, que últimamente le patina demasiado, para no perjudicar a IU". "Ni él ni Nueva Izquierda tienen el patrimonio de la verdad absoluta y deberán entender que los demás pensemos de forma diferente".

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