Los 'barones' quieren estar en la ejecutiva para no verse excluidos del proyecto nacional del PSOE
El 34º congreso socialista no va a ser una excepción en la tradición de mantener el forcejeo hasta el último momento sobre la composición de la nueva Comisión Ejecutiva Federal. La incógnita decisiva estará en si los secretarios regionales se conforman con estar en el nuevo órgano, el Consejo Territorial, o si alguno de ellos mantiene hasta el final su intención de estar en la cúpula. Los históricos entienden que confinarles a un foro regional conduce a la territorialización del partido y a que cada cual se atrinchere en intereses locales. Felipe González pretendía una ejecutiva con dedicación plena.
Felipe González extendió "cuatro criterios" para la formación de la ejecutiva: 50% nuevos, 40% mujeres, presencia de jóvenes y dedicación completa. Este último seguramente no se cumplirá.Los miembros del aparato pensaron que dotando al nuevo Consejo Político o Territorial, aún sin nombre fijo, de cometidos concretos y destacados resultaría atractivo para sus moradores: todos los secretarios de federación. De entrada, tendrá reuniones fijas mensuales con el secretarlo general y con la ejecutiva al completo. Esto no va a ser suficiente para algunos secretarios regionales que, en tono castizo, argumentan que "hay que estar donde hay que estar" , es decir, en la ejecutiva.
Algunos de estos líderes, además de por razones de poder político, utilizan argumentos un tanto dramáticos para apuntalar la tesis de que "algunos", no todos, deben estar si en verdad se quiere integrar a políticos autonómicos en la vida nacional.
El peligro a que el PSOE vaya hacia una confederación de partidos -temor esbozado hace pocas semanas por González ante su grupo parlamentario- precisamente se abortaría si líderes territoriales participan del diseño de la política para toda España.
Congresos regionales
Esta razón seguramente pesará para que estén presentes en la nueva ejecutiva el valenciano Joan Lerma, el vasco Ramón Jáuregui, el andaluz Manuel Chaves y el catalán Narcís Serra. El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, será miembro de la nueva ejecutiva por "lo que representa", dijeron miembros del actual aparato. Estos interlocutores insinúan que a corto plazo puede haber alguna sorpresa que tendría que ver con los congresos regionales que se celebrarán inmediatamente después del congreso federal y en los que puede haber cambios de liderazgos. Si eso es así, algún líder regional pasaría a ser miembro de la ejecutiva con cartera.El criterio que defenderán en la noche del viernes algunos secretarios regionales es el de que no se puede anatemizar a los representantes del poder territorial ni considerar peyorativo que traten de influir en el partido. El secretario regional de Castilla y León, Jesús Quijano, es de los menos proclives a que él y sus compañeros estén en la ejecutiva.
Los secretarios regionales interesados en estar en la ejecutiva intentaron desde el primer momento atraer a su posiciones al secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves, que no mostró excesivo interés en ello. Es más, acogió de buena gana la idea de que los líderes territoriales se agruparan en un órgano específico. El sí de Chaves a estar en la ejecutiva es imprescindible al representar a la primera federación del PSOE en España. Todos cuentan todavía con el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aunque éste no despejará la incógnita hasta el último momento, ya que intentará que Alfonso Guerra siga en la ejecutiva. Si Guerra no está, él tampoco.
Baile de nombres
No es baladí cuántos secretarios regionales entren en la ejecutiva federal del PSOE, y de eso están pendientes muchos aspirantes a colocarse en la cúpula del poder socialista. Cuantos menos barones entren más incorporaciones pueden producirse.Entre 23 y 25 personas compondrán la nueva ejecutiva (actualmente está integrada por 36 miembros), según fuentes del aparato, que no se atreven a concretar más, conscientes de los ajustes de última hora.
Ramón Rubial, presidente; Felipe González, secretario general; Cipriá Ciscar, secretario de organización; Raimon Obiols, secretario de Relaciones Internacionales, y Joaquín Almunia, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, son los únicos nombres fijos.
Andalucía está en condiciones de pedir siempre con éxito en virtud de su peso en la organización. Esta federación aspira a que haya tres andaluces en la ejecutiva, además de González, y que uno de ellos ocupe el área Institucional. El diputado por Cádiz Alfonso Perales es el propuesto.
En el Grupo Parlamentario Socialista se agolpan los deseos por estar en la ejecutiva. Tiene muchas posibilidades el ex ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, así como el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina. No obstante, puede ocurrir que uno de los dos se quede fuera.
Otro tanto pudiera ocurrirle al ex ministro Josep Borrell. Tanto Cataluña como el aparato federal se deshacen en elogios, pero no las tiene todas consigo. Cuando no se dice que Cataluña debe abstenerse de proponer a más de dos -ya están Narcís Serra y Raimon Obiols- se comenta que "no puede haber muchas caras de ex ministros".
Clementina Díez de Baldeón, secretaria de la Mujer, es citada para continuar en el puesto. Cristina Narbona, ex secretaria de Estado para la Vivienda, es otra de las candidatas junto a Carmen Martínez Ten y Patrocinio de las Heras.
Sobre la firma
