_
_
_
_
Tribuna:EL 34º CONGRESO FEDERAL DEL PSOE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Salir a ganar

Joaquín Almunia

Las victorias de Tony Blair y Lionel Jospin han dado un vuelco al panorama político europeo pocas semanas antes del comienzo del 34º Congreso del PSOE. España es ahora, con Alemania, "el último bastión de la derecha de Europa", según frase feliz del centrista José María Aznar. Y aún pueden cambiar más las cosas, pues la coalición del canciller Kohl exhibe grietas preocupantes. Así es que los socialistas españoles afrontamos el congreso en un clima propicio para el avance de nuestras ideas. El optimismo ha vuelto a la socialdemocracia, que gobierna en la mayoría de los países de la Unión Europea. Desde la oposición, podemos también participar aquí de ese optimismo.No hay ninguna razón para que el PSOE afronte el futuro a la defensiva, cediendo a la nostalgia de un brillante pasado o al resquemor por los errores cometidos. Los aciertos de los años de Gobierno, como las equivocaciones y los fracasos de entonces, forman parte ya del trasfondo sobre el que los ciudadanos esperan que dibujemos un nuevo discurso. Sin apresuramientos ni atajos, el PSOE tiene que iniciar de nuevo la marcha hacia la mayoría parlamentaria. A lo largo del último año hemos analizado en profundidad las causas de la pérdida de apoyos electorales. Ya ha llegado la hora de decidir qué hacer para que no se nos escape la próxima victoria. El 34º Congreso servirá para eso si responde a algunas preguntas: ¿Qué líneas de fuerza definen nuestro proyecto altemativo al representado por el PP? ¿En qué se diferencian ambos y en qué aspectos cabe el consen so?, ¿Cómo conectar de nuevo con las capas urbanas? ¿Cómo facilitar la participación y el compromiso político de los jóvenes? ¿Cómo unir. a la izquierda, pese a la actual dirección de Izquierda Unida, en tomo a un programa?

Más información
Los 'barones' quieren estar en la ejecutiva para no verse excluidos del proyecto nacional del PSOE

Los principios y los valores del socialismo democrático no se discuten, por nadie, ni tenemos que renunciar a nuestra historia. No pensamos en eso quienes planteamos en el PSOE una renovación en profundidad, por más que alguien quiera encontrar ahí argumentos Maniqueos. Tampoco se cuestionan los grandes logros de nuestra etapa de Gobierno, desde el Estado de bienestar hasta la consolidación de la democracia, el desarrollo autonómico o la apertura a Europa y el mundo. Ni el PP se atrevería a eso, al menos en público. Pero sí hay que encontrar nuevas respuestas, modernas, pensadas para que las entiendan y las hagan suyas los habitantes de una España muy distinta a la que se ilusionó en tomo a nuestro proyecto de 1982. Respuestas que tengan en cuenta la globalización de la economía y de muchos de los retos que debemos enfrentar, los cambios sociales habidos, el papel de la mujer, los nuevos problemas para los que no hay soluciones preestablecidas. Pero los instrumentos de que hoy se dispone para hacer política son muy diferentes a los de hace 20 años.

No sólo hay que reflexionar sobre las políticas. Se reclaman nuevas formas de hacer política para conectar mejor con los ciudadanos, después de un largo pe riodo en el que el grueso de nuestra actuación se desarrollaba des de el poder. Hemos sufrido un ex ceso de institucionalización, y ahora el trabajo a la intemperie nos cuesta. Hay que volver a sin tonizar desde el partido con las terminales sociales, que ya no nos vendrán a ver al despacho oficial. Y en esa tarea se notan las carencias de una organización en la que muchos afiliados y simpatizantes no encuentran la vía para su partícipación, y se alejan de las peleas de aparato, pero también de la vida diaria del partido. Hay que recuperar, además, una imagen de honradez intachable, y lograr que la gente confíe en que nunca más. volverá a suceder lo que sucedió, porque no estamos dispuestos a permitirlo.

¿Se puede acometer todo ese trabajo por las mismas personas que han venido dirigiendo el partido hasta ahora? Parece obvio que no. Un determinado estilo de dirección ya empezó a hacer agua a finales de los ochenta, sufrió vanaciones importantes a partir de la campaña electoral de 1993 y desde el último congreso dejó de existir de hecho. Ya hace años que el tándem Felipe-Alfonso no es tal. Y mientras nada lo sustítuya con claridad la eficacia de la dirección del partido se estará resintiendo. Del 34º Congreso debe surgir un equipo de dirección del partido a la altura de las circunstancias. Si eso no se produjera, no cabe pensar en la recuperación de esquemas agotados hace años, sino que se abriría paso la tesis del cambio radical. Pienso que estamos ante la última oportunidad para acometer cambios bajo el liderazgo de Felipe. Más tarde será ya demasiado tarde.

¿Qué cambios? La alternativa al esquema de dirección del pasado no puede ser ese "colegio de barones con mando en plaza" de que habla Vargas-Machuca en su artículo del pasado 14 de junio, en estas mis mas paginas. Ni es deseable que surja de la nada un nuevo "número dos", que generaría más problemas de los que sería capaz de solucionar. Lo que el PSOE necesita en este congreso, ya que los dos anteriores no lo hicieron, es configurar un nuevo equipo capaz de diseñar el camino de un próximo triunfo electoral. Con una identidad de proyecto aunque plural en su composición, combinando experiencia de partido y de Gobierno con ilusión e imagina ción. Un equipo que piense en el triunfo en vez de obsesionarse con la sucesión del triunfador, inmune a los celos por saber qué número ocupa cada cual en la jerarquía. En fin, lo que necesitamos es dar con una fórmula de dirección de características a la que, salvadas todas las distancias, supieron. encontrar tanto Jospin como Blair. Y que les sirvió para ganar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Joaquin Almunia, es portavoz parlamentario del PSOE y miembro de la Comisíón Ejecutiva elegida en el 33º Congreso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_