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FÚTBOL PENÚLTIMA JORNADA DE LIGA

Karpin redime al Valencia

La derrota deja al Oviedo en peligro de promoción de descenso

Curiosamente fueron Karpin y Romero. Los dos jugadores que durante el partido sufrieron en sus carnes toda la rabia del público decidieron el partido. El primero con un cabezazo inesperado; el segundo con un centro muy templado. Quisieron las fuerzas ocultas del fútbol compensarlos de tanto sufrimiento durante una temporada penosa para ellos y para sus compañeros. Al final, estos dos tantos fueron suficientes para tumbar al Oviedo, que quiso vivir de las rentas del histerismo local.El público personificó en Romero su malestar con los jugadores y resultó que el lateral izquierdo andaluz del Valencia, con la colaboración de Claudio López, se convirtió en el mejor recurso ofensivo del su equipo, que a provechó de paso la endeblez defensiva del Oviedo por ese costado. De la bota izquierda de Romero nació el centro templado que aplacó los ánimos de la grada y plasmó la solidaridad de sus compañeros, que corrieron todos a abrazarle a pesar que el tanto lo había materializado Leandro. De poco le sirvió, sin embargo, el gesto a Romero, que, poco después, sucumbió a la presión ambiental y le regaló un gol al Oviedo.

La primera parte transcurrió linealmente, de manera plana, con un fútbol tan carente de calidad como de ritmo, salpicado de los dos inesperados goles. Y a ello contribuyó de manera destacada el Oviedo, sin superar ni un milímetro el escaso bagaje preponderante esta temporada en Mestalla. El equipo asturiano se encontró con un gol (Oli, cómo no), y gracias.

Después, tras el descanso, fue otra cosa. El Oviedo apuntó una ligera superioridad técnica y aparecieron Manel y Borrelli con algunos detalles de calidad. También Fernando, por parte local, pero con la inconveniencia de que López le arrebató al valenciano un gol cantado.

El partido se extinguía al tiempo que López echaba una ocasión tras otra al cesto. Pero entonces alguna fuerza oculta premió el denodado esfuerzo de Karpin, que cabeceó inopinadamente a la red un balón que aliviaba su terrible temporada en el Valencia.

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