La travesía de Boadilla lleva un año cerrada por unas obras de seis meses
La travesía de Boadilla del Monte (17.800 habitantes) -el tramo urbano de la carretera que une Majadahonda con Villaviciosa de Odón- lleva cortada un año por unas obras, paralizadas hasta ayer, que iban a durar seis meses, según se lee en el cartel que hay a pie de obra. Las discrepancias en el proyecto entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid motivaron tal retraso. Las máquinas arrancaron de nuevo ayer. Por otro lado, la alcaldesa Nieves Fernández, del PP, se opone al trazado de la M-50, previsto por Fomento.
La Comunidad de Madrid quiso transformar la travesía urbana que cruza el casco urbano de Boadilla en una vía rápida. Sin embargo, el Ayuntamiento rechazó el proyecto con las obras ya en marcha y exigió que se construyeran dos nuevos accesos al pueblo y que se retocara una rotonda, según explicó ayer la alcaldesa. Las discrepancias entre el gobierno local y el regional han retrasado las obras. La carretera, según los plantes iniciales, debería estar abierta desde hace seis meses. La Comunidad reanudó ayer las obras, incluyendo las modificaciones al proyecto."La travesía no podía ser una vía rápida porque separaría la urbanización Las Eras del pueblo", dijo la alcaldesa. A esa urbanización se la conoce como el Ensanche -del casco urbano- Allí viven alrededor de 3.500 personas y también están allí ubicados el centro de salud del pueblo, un instituto y la escuela infantil municipal -ahora en construcción, pero que empezará a funcionar en septiembre- El paso de ciudadanos del ensanche al casco urbano es constante a lo largo del día. "Queríamos que la travesía fuera una calle con un bulevar en el centro", especificó la alcaldesa. El director general de carreteras, Francisco de Águeda, afirmó que "el retraso en las obras es culpa del Ayuntamiento. La obra no acabará hasta julio". Las modificaciones han supuesto un incremento de unos 18 millones en el coste inicial -el presupuesto es de unos 130 millones- que pagará el Ayuntamiento, según la alcaldesa.
Por otro lado, Fernández manifestó ayer sus discrepancias con el trazado de la M-50 a su paso por el municipio que ha pintado el Ministerio de Fomento. "Hay tres motivos por los que alegaremos al proyecto: medioambientales, habría que talar cientos de encinas; sociológicos, aislaría las urbanizaciones del pueblo; y técnicos, está demasiado cerca de la M-40", explicó. Fernández propuso retranquear el trazado tres kilómetros hacia el oeste.
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