Estados Unidos se moviliza para salvar a la viuda de Malcolm X
Eran cientos e hicieron cola durante horas ante el hospital neoyorquino donde Betty Shabazz, la viuda de Malcolm X, lucha contra la muerte. La mayoría eran negros, aunque también había ecenas de blancos. Respondían a un llamamiento para donar sangre para la mujer que ha do llamada "la reina madre de la América negra". Shabazz, operada ayer por quinta vez, está necesitando litros y litros de fluido vital. Su tragedia, que culmina la de toda una familia, conmociona a los norteamericanos.
Shabazz, de 61 años, sufre quemaduras en el 80 Yo de su cuerpo como consecuencia del incendio provocado que, el 1 de junio, destruyó su hogar neoyorquino. Su nieto Malcohn Shabazz, de 12 años, está detenido desde entonces como presunto autor del atentado."Betty necesita nuestra sangre y nuestras oriciones", declaró uno de los dorantes. Otro escribió en una tarjeta: "Le doy mi sangre a cambio de la que nos dio su marido; no la conozco a usted, pero la amo".
Shabazz es todo un símbolo de la historia contemporánea de los negros norteamericanos. Un símbolo de su lucha, su desconcierto y su desdicha. A comienzos de los años sesenta, Malcolm X, interpretado por Denzel Washington en la película de Spike Lee, se convirtió en un líder del radicalismo negro tras superar una dura infancia y una adolescencia de delincuente juvenil. Pero en 1965 fue asesinado por pistoleros, negros en la sala neoyorquina donde presidía un mitin del grupo que había creado tras separarse de la Nación del Islam.
Shabazz retomó la antorcha: crió a las seis niñas mientras,estudiaba magisterio, trabajaba en centros de asistencia social y participaba en los combates por la igualdad de derechos de los negros.
El dramatismo de la última batalla de la viuda de Malcolm X, la que ahora libra contra la muerte, se ve acentuado por el hecho de que el acusado de provocar el incendio es su nieto Malcolin. Es éste un muchacho mentalmente trastornado por la violencia que acompaña la historia de su familia y el sentimiento de desarraigo que le han provocado las peripecias de su madre, Qubilah, de 36 años. Qubilah, desequilibrada a su vez desde la muerte de Malcolm X, es alcohólica y hace dos años fue acusada de planear el asesinato de Louis Farrakhan, el líder de la Nación del Islam. Qubilah quería venganza: cree que Farrakhan desempeñó un papel crucial en el asesinato de su padre. En mayo Qubilah envió a Malcolm a vivir con la abuela. A las tres semanas, prendió fuego a la casa. Según la policía, quería volver con su madre.
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