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Los guerristas se autoexcluirán de la ejecutiva del PSOE si Guerra no ocupa la vicesecretaría

Anabel Díez

La renovación de la ejecutiva federal del PSOE va a ser más profunda de lo previsto. Si, como parece, Alfonso Guerra finalmente es despojado de la vicesecretaría general, los guerristas renunciarán a formar parte del nuevo equipo de mando. Su decisión era ayer firme, si bien la última palabra la dirán en el congreso del partido, cuya inauguración está prevista para el día 20. Hasta entonces, y mientras la propia asamblea no cierre la lista de la ejecutiva entrante, no darán la batalla por perdida. Entretanto, el sector mayoritario sigue su camino hacia la supresión del cargo de número dos y trabaja en la hipótesis de que una delegación de secretarios regionales se entreviste con Guerra para buscarle una salida airosa consensuada.

El resultado de la reunión que el secretario de organización, Cipriá Ciscar, mantuvo anteayer con los secretarios regionales del PSOE ha hecho que los guerristas tomen conciencia de su dispersión y que se hayan puesto a la tarea de arbitrar una estrategia común, algo a lo que no estaban acostumbrados desde hace casi tres años.El sector mayoritario ha transmitido su opinión de que "la sensibilidad" de lo que significa el guerrismo debe estar representada en la próxima eje cutiva. Se citan los nombres de Francisco Fernández Marugán y Matilde Fernández, actuales rrilembros de la ejecutiva, como personas idóneas para ser reelegidas en el próximo congreso. A, ellos habría que añadir para formar parte de la nueva dirección al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y al secretario general de los socialistas gallegos, Francisco Vázquez. Pues bien, al menos hasta ayer, los más destacados dirigentes guerristas consultados por este periódico advertían que no habrá guerristas en la próxima ejecutiva, es decir, se autoexcluirán si Guerra no es vicesecretario general. El órdago es exacta mente por este puesto y no por cualquier otro.

Distintas medidas

De la posible autoexclusión es de lo que hablarán en los próximos días los guerristas, que tienen ya previstas algunas cenas para estudiar esa medida y otras medidas, ya que no descartan que la situación puede ser cambiante y no quieren perder capacidad de respuesta.La decisión de autoexcluirse de la ejecutiva no será liviana para algunos de ellos, como para el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, que tiene por delante la tarea de conducir a su partido a las elecciones gallegas del mes de octubre y apoyar al máximo al candidato socialista, Abel Caballero, miembro de la actual ejecutiva federal. Vázquez, en la reunión de los secretarios regionales, defendió personalmente a Alfonso Guerra, pero no se sintió en condiciones de seguir apostando a capa y espada por que Guerra siga en la vicesecretaría general. Lo mismo le ocurrió al riojano Angel Martínez Sanjuán.

No tuvieron duda alguna el cántabro Jaime Blanco, el asturiano Luis Martínez Noval y el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Este último replicó a algunas de las intervenciones de sus compañeros que justificaban el sinsentido de mantener el puesto de vicesecretario. Primero, razonaron los mayoritarios, porque ya no hace falta un número uno y un número dos, porque Felipe González al estar fuera del Gobierno se ocupa plenamente de las tareas de la organización. Después, porque Alfonso Guerra, en la práctica, no ha ejercido en los tres últimos años de vicesecretario, con lo cual sólo se trataría de certificar una realidad.

Frente a estos argumentos, Rodríguez Ibarra, según informaron asistentes a la reunión, puso el ejemplo del padre que le quita al niño las pilas del cochecito y, después, reprocha al hijo que el juguete no anda. "Le habéis quitado las pilas a Alfonso Guerra y ahora le queréis echar porque decís que rio ha funcionado", aseguran que dijo el presidente extremeño.

La teoría de que a Guerra le cortaron las alas inmediatamente después de`. último congreso la esgrimen los guerristas cuando desde la mayoría se les reprocha que el número dos no ha cumplido con sus obligaciones en estos tres años. Sus defensores arguyen que en la práctica a Guerra se le dejó sin funciones específicas porque en los estatutos figura que debe ocuparse de lo que le encomiende el secretario general, y éste, Felipe González, no le ha encomendado nada. Aunque ahora los guerristas sólo hablan de esta cara de la moneda, lo cierto es que meses atrás, cuando todavía no se había convocado el congreso, echaban ya en falta una mayor actividad de Guerra y soltaban algún reproche porque no actuara como jefe y transmitiera sus ideas.

En la reunión de secretarios regionales, que se repetirá el próximo lunes, el ambiente que se respiró fue distendido y proliferaron las muestras generalizadas de respeto hacia el vicesecretario general. Aunque ello no impidió que de los 17 asistentes, 12 se manifestaran claramente a favor de suprimir la vicesecretaría general, los tres guerristas citados abogaron por su mantenimiento, y Francisco Vázquez y Martínez Sanjuán mantuvieron posiciones intermedias.

El intento de Cipriá Ciscar, secretario de organización, de que un grupo de secretarios regionales se entrevistara con Guerra para conocer sus planes fue simplemente verbalizado, pero no hubo respuesta. Este asunto se dejará para los próximos días.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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