Renault acepta que una experta estudie alternativas al cierre de Vilvoorde
El presidente y director general de Renault, Louis Schweitzer, explicó ayer ante su consejo de administración que ha propuesto a una experta independiente y ajena a la empresa -Danielle Kaisergruber, de un prestigioso gabinete de abogados- el estudio de soluciones alternativas al cierre de Vilvoorde. El cierre de la única fábrica de la multinacional francesa en Bélgica está previsto para el próximo 31 de julio.
La experta, cuya designación parece una salida honorable a las promesas electorales del primer ministro, Lionel Jospin, de revisar la decisión de cerrar la fábrica, tiene un mes de plazo para presentar sus conclusiones. Sin embargo, la dirección sigue considerando el cierre "imprescindible para la supervivencia de Renault", una marca que acabó el ejercicio de 1996 con pérdidas de casi 5.200 millones de francos (130.000 millones de pesetas).El anuncio del cierre de Vilvoorde se hizo el pasado 27 de febrero y desde entonces el conflicto, que ha adquirido una dimensión europea, se ha convertido en un símbolo de la reivindicación socialista de crear una "Europa social".
La propuesta de Schweitzer, que va acompañada de la promesa de creación de "una instalación industrial significativa" en el mismo Vilvoorde, fue bien acogida por los miembros del consejo de administración, que renovaron su confianza en el presidente, pero no por los representantes de los trabajadores, que reclamaron la dimisión del presidente.
Schweitzer advirtió a los trabajadores: "Si se rehusa prestar atención al mercado de la. industria automovilística no se podrá construir el futuro de Renault. Sí se practica la política del avestruz, se pone en peligro la empresa que, si no puede conseguir beneficios, se queda sin posibilidades de desarrollo e independencia".
El Gobierno del socialista Lionel Jospin, responsable de la gestión del 46% de las acciones de Renault heredadas de la época en que se trataba de una sociedad estrictamente pública, intenta evitar el desmantelamiento de la fábrica belga. Durante la campaña electoral, había pedido un aplazamiento de seis meses antes de tomar cualquier decisión definitiva y que se estudien otras posibilidades relacionadas con la reducción del tiempo de trabajo.
Danielle Kaisergruber no será ni una mediadora ni un árbitro, pues su trabajo no tiene como objetivo una negociación. Deberá calibrar si una reducción de la jornada laboral y de los salarios permitirían compensar los 850 millones de francos (21.250 millones de pesetas) que Renault se ahorra si cierra la factoría.
Unos 2.000 trabajadores de Renault, franceses y belgas, encabezaron ayer en París la manifestación de los sindicatos por la Europa social y el empleo. El bloque de manifestantes de Renault desfiló tras una pancarta del Comité del Grupo Europeo Renault "por la reducción general de la jornada laboral".
Varios centenares de trabajadores de la fábrica belga se desplazaron hasta París para participar en la manifestación, con pancartas que recordaban a Lionel Jospin su compromiso electoral de "buscar alternativas" al cierre de las instalaciones de Vilvoorde.
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