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El guardia civil que mató a su familia debía abandonar el domicilio por separación

El guardia civil de Granada que el jueves mató a tiros a su esposa y a su hijo, malhirió a otra hija y luego se suicidó de un tiro en la sien, había sido emplazado por un juzgado de familia a abandonar en el día de ayer el domicilio conyugal en cumplimiento de la demanda de separación presentada por su mujer, María Campoy Martínez, de 42 años. El agente había implantado una férrea disciplina doméstica que originó frecuentes enfrentamientos con su esposa y sus hijos. Los que conocían a la familia aseguraron que la fatídica tarde del jueves no fue la única ocasión en que Andrés Fernández Pérez amenazó con su pistola a la familia. La hija herida evoluciona favorablemente de los seis balazos que recibió en manos, torax y abdomen.La separación ya estaba concedida. Todas las desavenencias constan en el expediente de separación tramitado a instancia de la esposa. El agente debía de haber abandonado ayer el domicilio conyugal, un fracaso que no pudo asumir. Según el comandante Antonio Barragán, Andrés Fernández era un funcionario "nada huraño, tranquilo, siempre con la sonrisa en la cara". Desde hacía dos meses estaba de baja por una crisis de lumbalgia. Sin embargo, seguía colaborando esporádicamente con la Guardia Civil.

El mismo jueves, horas antes de que la emprendiera a tiros con su familia, acudió a la Comandacia de Granada a dar cuenta de varios vehículos sospechosos que había detectado. Andrés formaba parte del núcleo de guardias que prestan servicio en los juzgados. Llevaba en el instituto armado treinta años y poseía dos armas, la reglamentaria y otra a título particular.

Armado con sus dos pistolas, Andrés descargó tres disparos contra su mujer, otros tres contra su hijo de 20 años y seis contra la hija, de 21. Después se apuntó a la cabeza y apretó el gatillo. La hija, a pesar de los seis impactos de bala, logró salir al rellano de la escalera y pedir auxilio. Unos vecinos le colocaron en el abdomen un cojín para detener la hemorragia. Ayer se recuperaba, consciente, en el hospital Virgen de las Nieves de Granada. Su estado es reservado.

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