La izquierda francesa sorprende y gana ventaja en la primera vuelta
Los franceses votaron ayer por el cambio. La izquierda salió claramente vencedora de la primera vuelta, con aproximadamente el 44% de los votos, y afronta con grandes posibilidades de éxito la votación definitiva del domingo próximo. El mensaje de las urnas se tradujo en un rotundo rechazo de la política desarrollada por el Gobierno conservador y, sobre todo, del primer ministro, Alain Juppé.
La Coalición Presidencial, dirigida por el propio Juppé, apenas superó, según datos aún provisionales, el 31,5%, muy por debajo del 39% obtenido en 1993 y del 38% que le auguraban los sondeos. Juppé fue el gran perdedor de anoche, y es el propio presidente, Jacques Chirac, quien queda ahora en primera línea de fuego. El presidente deberá lanzarse personalmente a la campaña para movilizar al electorado de derecha que ayer no votó (la abstención fue del 31,5%, algo mayor que en 1993) y tratar de arrancar en la segunda vuelta una difícil victoria in extremis. Si no lo logra, se verá obligado a cohabitar, en una posición de profunda debilidad, con un Gobierno socialista. En cualquier caso, puede darse por fracasada la guerra relámpago que declaró Chirac al convocar inesperadamente unas elecciones anticipadas. Suceda lo que suceda dentro de una semana, la política de austeridad impulsada. por Chirac ha sido desautorizada.
