Cofrade
Sin que esto vaya contra la religión ni contra las convicciones profundas de nadie, me parece que ha llegado el momento de recordar que el secretario de Estado para la Comunicación, Miguel Angel Rodríguez, es miembro de una cofradía vallisoletana, precisamente la de las Siete Palabras.Si no calculo mal, nos quedan aún por oírle como unas cuatro palabras, aunque bien puede ser que hoy, miércoles, ya las haya soltado todas y yo esté escribiendo quedándome, como quien dice, a medio sermón.
Por si llego a tiempo, le recomiendo al secretario que, para expresar las palabras restantes, se ponga la bata de reglamento, tan parecida a la que lució Alonsito el otro día por su primera comunión (sin que esto vaya contra la religión..., etcétera), aunque sin capirote. Resultaría mucho más creíble, o al menos, entretenido.
Otra cosa. Ese desdén que muestra hacia periodistas bien pagados y desconocidos en el oficio (en las cofradías también, me temo) apellidados Oneto, Campo Vidal y Hermida... Ese desdén me desconcierta, francamente. Como no puedo interpretarlo en clave de lucha de clases -no procede- ni quiero creer que se deba al resentimiento de quien, no descollando en la profesión, ha tenido que emplearse como político, no me queda más remedio que analizarlo como si fuera un sentimiento místico, una pulsión cristiana onda fiebre del jueves santo noche que le lleva, en su fuero interno, a preferir amenazar a los empresarios a través de sus señoras de la limpieza o redactores en prácticas, después de lavarles los pies.
¿Será pasar la eternidad en el paraíso popular el estímulo que le ayuda a sobrellevar la cruz de tener que hablar con altos cargos bien remunerados que, para más inri, pueden defenderse?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Nazareth Castellanos, neurocientífica: “Hay que educar desde la escuela en técnicas de prevención de la ansiedad”
Estados Unidos ataca al Estado Islámico en Nigeria tras las amenazas de Trump por los asesinatos de cristianos
Se eleva a 10 el número de fallecidos al volcar un autobús en Veracruz
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































