No va más
El día de los subalternos. Ni Djordjevic, ni Mustaf, ni Herreros, ni Bodiroga. El cuarto partido tuvo como protagonistas jugadores alejados de la consideración de estrellas, pero que demostraron que la enorme tensión en la que se desarrolló el encuentro hizo menos mella en ellos que en otros nombres más rimbombantes. Esteller en el bando azulgrana y Mijailov, Morales y Laso en el madridista, fueron por una noche protagonistas destacados.Pocos argumentos. El Barcelona contaba con ventaja para resolver ante su público, pero expuso muy pocas cualidades para llevarse el título. Mustaf desapareció en cuanto Arlauckas dejó de ser su guardián. Fernández está en crisis, y durante casi todo el partido su única táctica consistió en que Djordjevic intentase entrar a canasta y forzar personales. No tuvo tiro exterior ni dominó como otras noches el rebote. Muy escaso.
El factor Laso. Obradovic,dispuso jugar sin base durante 30 minutos. No le fue mal, pero se notó falta de dirección sobre todo cuando perdió dos claras ventajas (10 puntos en el primer tiempo, 12 en el segundo) en un abrir y cerrar de ojos. La salida de Laso fue providencial. Robó un par de balones vitales, aprovechó sus opciones ofensivas y su astucia y habilidad terminaron resultando definitivas.
El arbitraje. Malo. Los tres colegiados cometieron demasiados errores durante el partido y volvieron a abusar de la constante señalización de faltas, convirtiendo el encuentro en un permanente lanzamiento de tiros libres. Esta vez el partido no se decidió en un par de jugadas, lo que fue todo un alivio.
El quinto partido. No va más. El martes se acaba todo, y las apuestas vuelven a girar hacia el color blanco. Aunque ambos equipos han ganado dos partidos, el Real Madrid está más fresco, ha demostrado más y mejores recursos, juega en su campo y ha logrado lo mas difícil, ganar un encuentro decisivo en el campo más caliente de toda la Liga. El cansancio de gente como Mustaf o Arlauckas puede resultar crucial.