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BALONCESTO FINAL DE LA LIGA A. C. B.

El Madrid renace en el Palau

El Barca no pudo resolver y el título se decidirá mañana en pista madridista

Robert Álvarez

El Real Madrid reabrió el debate en el Palau Blaugrana y se ganó el derecho a decidir la final ante el Barça con el público de su parte. Ayer, con el tremendo ambiente del recinto azulgrana en contra, el equipo de Obradovic igualó la serie con un triunfo, si no concluyente -algo hasta ahora prohibido cuando se han enfrentado estos dos equipos-, sí legitimado punto por punto. Dominó durante casi todo el partido, llegó a tener 9 tantos de renta en la primera parte (29-38) y 12 en la segunda (41-53), y entró en la recta final siete puntos por encima de su rival (69-76). El Barcelona, salvo los compases iniciales, anduvo todo el partido intentando un galope del que sólo pudo disfrutar un par de momentos, si bien es cierto que le bastó con ello para lograr disponer de algunas opciones para sentenciar una victoria que hubiera sido definitiva, especialmente cuando Mustaf puso el 79-82 en el marcador a un minuto para el final.Las estadísticas, dicen los entendidos, con Aíto a la cabeza por la cuenta que le trae en esta ocasión, son para que alguien las rompa alguna vez. Ayer, por el momento, no se pudo romper ese axioma de la ACB según el cual el ganador de la fase regular (Real Madrid) acaba siendo campeón. Y en cambio, sí se cumplió otra regla no escrita que dice que no puede haber un partido igual en una final tan apasionante e igualada como la que protagonizan madridistas y azulgrana. El de ayer fue atípico. El Barcelona no funcionó como un bloque, característica que siempre lo ha distinguido. El Madrid, en cambio, le superó por sus jugadores de banquillo. Se dio la situación inversa a los tres primeros partidos de la serie. El Barca siempre había encontrado un plus en la banda, la gasolina súper que le permitía disponer de una marcha más en los momentos más críticos. Ayer quedó muy limitado al trío formado por Djordjevic, Esteller y Mustaf, que para más inri se quedó reducido a un dúo debido al flojo segundo tiempo del pívot americano.

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El Madrid supo salirse de entre las cuerdas justamente por todo lo contrario de lo que le su cedió al Barcelona. Cuando Obradovic empezó a mover el banquillo, encontró los resortes que le acabaron por dar el triunfo. Morales empezó muy tosco en ataque y una de las fases en las que tuvo que jugarse tres lanza mientos consecutivos le dio al Barça la opción a llegar vivo al marcador. Los reservas azulgrana, con Bosch, Fernández -su bajo mento de forma lo está acusando su equipo-, Jiménez y un Dueñas especialmente espeso al que sobrepasó en todo momento el inspirado Mijailov, encajaron un parcial de 1-13. Pero los fallos de Morales y la fulgurante entrada de Jofresa restablecieron la igualdad en el marador: 36-38 tras otro parcial de 11-1. Sin embargo, acabó siendo Morales el que dio rebote, defensa y encima dos canastas providenciales a su equipo en los momentos más comprometidos. Y también fue Laso el que, después de que el Madrid encajara otro 9-0 que volvió a igualar el marcador en el segundo tiempo (52-53), inclinó los acontecimientos en la dirección que no había tenido su equipo. Santos y Bodiroga habían compartido el timón en los 30 primeros minutos, pero el equipo madridista agradeció la ayuda de un base natural como Laso y no desaprovechó la rapidez y el tiro de Alberto Angulo.

El Barcelona, en cambio, además de la de Xavi Fernández, tampoco pudo explotar la calidad de Karnisovas, que se cargó muy pronto de faltas, lo que acabó por desactivarlo. Dueñas no acertó a resolver bajo canasta y Mijailov supo encontrar los resquicios por los que desbaratar la intimidación del gigante azulgrana en defensa. El ataque azulgrana vivió casi toda la segunda parte sólo del tiro, las asistencias y las faltas que recibió Djordjevic. únicamente la portentosa exhibición de facultades físicas de Esteller acompañó al base yugoslavo. A pesar de su inferioridad en el rebote -28, por 38 de los madridistas- y de sus dificultades para encontrar posiciones de lanzamientos próximas a la canasta -35 intentos, por 50 del Madrid-, el Barcelona aún llegó al final con un mínimo resuello. Pero esta vez ni Herreros ni Arlauckas fallaron al dar la puntilla.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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