España muestra su poderío
Los correosos tunecinos sólo aguantaron la primera parte
El Mundial del factor Urdangarín empezó bien para España, que venció de forma convincente a Túnez, un rival menos débil de lo esperado. Se llegó al descanso con cierta inquietud (13-11) pero bastó que la selección de Juan de Dios Román apretase el acelerador durante diez minutos para sentenciar. España debe ser primera del grupo con el fin de evitar un rival peligroso en octavos de final; ganar mañana a Egipto, cuyo constante progreso es preocupante, resulta esencial."No me fío de nadie. Quienes piensan que nuestro camino hasta los cuartos de final va a ser un paseo militar están equivocados", dijo Román. Es probable que el seleccionador tenga razón, a juzgar por dos hechos que ocurrieron ayer. Primero, Túnez demostró por qué estuvo a punto de eliminar a Croacia (oro en Atlanta) en el Mundial anterior. Aparte de los elementos típicos de la escuela magrebí -defensa muy pegajosa, dureza en el límite reglamentario-, cuenta con un portero de garantías y dos laterales temibles. Si a ello se añaden las concesiones de la defensa española, la inseguridad de Jaume Fort en la portería y cuatro tiros al poste en ataque, se comprende que las palabras de Román parecieran proféticas en el descanso.
La reflexión sosegada que permite el vestuario sirvió para corregir errores. El gran acierto de Mateo Garralda como artillero y la seguridad de Jordi Núñez bajo los palos fueron las causas principales de un parcial de 7-1 en los primeros diez minutos de la segunda parte. El temor se esfumó y España desempeñó con poderío su nuevo papel de favorito para cualquier metal.
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