AMOR SIN CASTIGO
El tribunal de segunda instancia que debió juzgar el caso de Anna, una maestra de 30 años, bajo la acusación de "seducción sexual de un menor" (véase Gente del pasado 5 de abril) por haber besado en varias oportunidades, y no maternalmente, a su alumno de 13 años, emitió su fallo la semana pasada. "Inadecuado, pero no punible" fue la sentencia que en una aclaración más extensa sostiene que la mujer tenía la responsabilidad moral y profesional de haber impedido que pasara lo que pasó. Algo de lo que la maestra dijo haber sido plenamente consciente, así como también de que esa convicción capituló ante el impulso de fuerzas más intensas y menos controlables. Según ella, quien tuvo la iniciativa del primer beso fue Alfred, el prematuro jovencito de 13 años, y ella no pudo resistirse. La sentencia confirma una anterior absolución de un tribunal de primera instancia. No se sabe si la maestra será reintegrada a su cargo-
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