Algo para pensar

Soy un japonés que estudia la lengua y la cultura española en Valladolid. Me gustan muchas cosas de España: la comida, el ambiente, la vida normal. Sobre todo, lo que me hace feliz es estar con la gente. La gente que me conoce me trata como un amigo. No me trata en ninguna forma como un extranjero. Pero algunos, sí.Un ejemplo muy claro es la manera en que nos miran a mis compatriotas y a mí. Es evidente que tenemos diferentes rasgos y todo el mundo puede verlos. Pero nos miran como si hubiéramos llegado desde Marte y, además, hurgan en la herida cuando nos dicen algo a nuestras espaldas que, para ellos, parece chino (¿o japonés?). ¿Por qué? Si quisieran decirnos algo deberían decírnoslo en español a nosotros directamente.

Lo peor es la manera con que nos tratan los agentes policiales. Su trabajo es proteger a la gente con igualdad. Es decir, no importa si somos españoles ni japoneses, sino que deberían tratar a la gente de la misma manera. Pero éste no es el caso. Por ejemplo, cuando piden la identificación, solamente inspeccionan las nuestras, las de los "orientales", sospechando como si fuéramos ilegales. Pienso que esto es injusto. Aunque tengo la tarjeta de estudiante para estar legalmente en España, me siento amenazado por la policía.

Para integrarse en el mundo de todos, la mentalidad de' la gente tiene que cambiar y ser más abierta con los extranjeros, sobre todo en un país que vive en gran medida del turismo. Lo mismo digo de la policía y de algunos funcionarios, que no funcionan como debieran. Entiendo que no son la mayoría, sino una minoría. Pero ésta es la que destaca. Éste es un comentario de un chico japonés al que le encanta España.-