Amparo frente a cobro

Carta al señor concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Madrid. -Como lector habitual de EL PAÍS me dirijo a usted con el fin de solicitar la conveniente difusión a una situación de desamparo al ciudadano originada por el Ayuntamiento de Madrid, a raíz del cobro del impuesto municipal sobre vehículos de tracción mecánica.

Pese a los reiterados intentos que durante los dos años anteriores al actual he realizado para domiciliar en una entidad financiera el cobro del referido impuesto, siguiendo los consejos del Consistorio y haciendo uso del espacio al efecto reservado sobre el propio impreso municipal, hasta la fecha el Ayuntamiento de Madrid ha hecho caso omiso a este requerimiento voluntario de la ciudadanía contribuyente, dificultándose a sí mismo su propia gestión recaudatoria.

Al parecer, y no satisfecho. con esta manifiesta incapacidad burocrática, en el ejercicio actual ha redondeado la faena no remitiendo la susodicha carta de pago que, como mal menor, nos hacía llegar por correo ordinario con plazo suficiente para pagarlo.

En la frustrada confianza de que, por fin, este año el impuesto vendría debidamente domiciliado por banco, ya que por vez primera tampoco llega por correo, la entidad financiera me confirma la no recepción tampoco por esta vía del cargo correspondiente, así como la expiración del plazo de pago voluntario.

Puesto inmediatamente en contacto con el área correspondiente del Ayuntamiento, tras el obligado paréntesis laboral de primeros de mayo, y tras varios intentos frustrados de conectar telefónica mente, me confirma una atenta funcionaria que, en efecto, el Ayuntamiento ha pasado a considerarme uno de sus involuntarios morosos, y que mi correspondiente recibo se encuentra esperándome en las oficinas de recaudación ejecutiva gravado, naturalmente, con un 10% de recargo, que se convertirá pronto en un 20% más intereses y otros gastos.

No creo que quede otra injusta solución que la de pagar denuestros bolsillos la ineficacia del área al mando del señor Bujidos y, por ende, del Ayuntamiento madrileño.-