Un bando polémico y nunca respetado

Los conductores de grandes furgonetas y camiones pesados encargados de abastecer a las tiendas y a los mercados del centro de la ciudad reaccionaron inmediatamente al bando del alcalde que impedía circular por el centro de la ciudad durante el día: concentraron, el 22 de junio de 1994, cinco días después de que entrara en vigor, grandes vehículos en las entradas de la capital. El Ayuntamiento cedió en principio y aseguró que el bando "se aplicaría de forma flexible". Pero, según cuenta Enrique Gil, abogado de la asociación de transportistas de escombros, "esto nunca se hizo". Los conductores recurrieron a un método más simple a la hora de protestar por el polémico bando: simplemente no lo cumplen.