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Una vanguardia radical muy recatada

Javier Casqueiro

Los cachorros del PP se han quedado sin fuelle desde la llegada de José María Aznar a La Moncloa. La versión oficial para justificar el actual talante acomodaticio con el Gobierno de las teóricamente vanguardistas Nuevas Generaciones (NNGG) del PP señala que éste ha asumido sus propuestas más arriesgadas, con puntos y comas. Es una posibilidad.Varios de los dirigentes nacionales del PP que intervinieron ayer ante los 760 compromisarios del X Congreso de las NNGG fueron premeditadamente provocadores. Recordaron viejos tiempos, cuando eran transgresores, se equivocaban en sus planteamientos y su juventud justificaba esos excesos. Así lo confesó Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat y, en su día, de las juventudes de UCD.

Hasta el secretario de Organización del PP, Juan Carlos Vera, les reclamó que se permitieran el lujo de formular ideas radicales. El coordinador del partido, Ángel Acebes, les instó a trabajar duro en las ponencias porque éstas, filtradas en los programas y los discursos de investidura, pueden llegar a ser plasmadas por el Gobierno.

Las ponencias, previsibles. El mayor objetivo: que el Gobierno asuma la mil¡ de seis meses en el plazo de un año... si ésto no estropea el proceso de profesionalización.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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