Los futbolistas exigen hoy por escrito la reducción de plazas de extranjeros

Los futbolistas estiman que ya han esperado suficiente. Y han decidido exigir formalmente la reducción de extranjeros. Su propuesta inicial, que enviarán hoy por escrito

al Consejo, la Federación y la Liga, consiste en recortar progresivamente el tope de plazas permitidas, actualmente situado en cuatro, a tres, dos y una. Y han fijado una fecha límite para la solución: el 30 de junio. En caso contrario, aparecerán las medidas de fuerza. El sindicato se ha armado de argumentos para demostrar los efectos nocivos de la invasión foránea y está dispuesto a intervenir. Durante casi tres horas, la Junta Directiva de la AFE y algunos de los jugadores miembros de la comisión negociadora debatieron ayer en Madrid sobre la estrategia a seguir en muchas de sus reivindicaciones. La más urgente, la reducción del número de extranjeros (futbolistas no comunitarios) en la Liga española. El sindicato da por seguro que de las cuatro partes afectadas, tres de ellas se mueven en la misma dirección: los jugadores, la Administración y la Federación. "Hemos tenido paciencia", explicó ayer Gerardo González Movilla, el presidente del sindicato, "y ahora ha llegado el momento de intervenir. El acuerdo anterior [cuatro plazas y seis licencias de extranjeros por equipo] fue al margen de la AFE y tenía que haberse revisado en marzo. Estamos en mayo". Los jugadores aseguran que todos los argumentos les dan la razón, incluso los deportivos, los que esgrimían los clubes para justificar sus pretensiones aperturistas: "Si miramos las competiciones europeas explicó Movilla como ejemplo, "vemos cómo Italia, país en el que se limitaron las licencias a tres extranjeros en Primera y una en Segunda, tienen a dos equipos en las finales. Está claro, el éxito no está en la cantidad sino en la calidad". El plazo límite que conceden los futbolistas para encontrar una solución vence el 30 de junio. A partir de ahí llegarán las medidas de fuerza, cuya dimensión, dijo Movilla, "dependerá de hasta dónde estén dispuestos a llegar los futbolistas". "Pero no quiero que se interprete que la AFE usa la palabra huelga como medida de presión", añadió, "existen argumentos de peso para que las partes entren antes en razón". Los jugadores son tajantes en la reducción, pero están dispuestos a negociar la fórmula.