Un hombre hiere de varios disparos a los 'skins' que amenazaron a su hijo
La Guardia Civil de Lleida detuvo ayer a Ismael J. C., vecino de Rosselló, como presunto autor, de los disparos que hirieron la noche del jueves a tres jóvenes cabezas rapadas en las inmediaciones de una discoteca de Alguaire, a unos 20 kilómetros de la capital provincial. Se cree que el agresor pudo actuar por venganza, ya que los heridos habían amenazado y agredido anteriormente a su hijo.Los hechos ocurrieron pasadas las 22.00 horas en la explanada de la discoteca Órbita-4 de Alguaire. El detenido sacó una escopeta de perdigones y disparó contra la parte trasera de un vehículo ocupado por varios jóvenes de Cervera que llevaban la cabeza rapada. En el tiroteo resultaron heridos Jordi P. C., de 21 años; Jonathan R. S., de 16, y Raúl G. C., de 18 años.
Los heridos fueron trasladados por sus compañeros al hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Jordi P. C. fue intervenido quirúrgicamente para extraerle los perdigones que tenía alojados en los ojos. Según los médicos, podría perder la visión de un ojo y sufre lesiones en el rostro que hacen que su pronóstico sea "muy grave", aunque no se teme por su vida.
Jonathan R. S. sufre una herida en el omóplato derecho y en otras zonas de la espalda, por lo que permanece ingresado, aunque su estado es "menos grave". El tercer herido, Raúl G. C. fue dado de alta la misma noche.
El agresor, que huyó tras disparar, fue arrestado ayer en Balaguer cuando iba al cuartel de la Guardia Civil para entregarse. El detenido explicó que sólo pretendía intimidar a los cabezas rapadas para que no volvieran a amenazar a su hijos y sus amigos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.