Titiritero, ¡hale-hop!
Un autobús con artistas madrileños cubrirá de fiesta y música España entera
Una merienda-cena en las inmediaciones del lago de la Casa de Campo despidió ayer a un grupo de faranduleros de la noche de Madrid que inició un romántico viaje sin destino fijo ni fin para llevar música y alegría, por las ciudades de España. Con la casa a cuestas, como un caracol, Many Moure, en tiempos bajista de Los Toreros Muertos y últimamente gerente del bar Ya'stá!, baluarte de la resistencia nocturna a la restricción de actuaciones en vivo y contra la imposición de horarios limitados, ha contagiado entusiasmo a otros siete titiriteros y se ha embarcado en esta aventura singular: "Había que hacer algo, música o lo que sea, ya que nadie, ni partidos ni empresarios, va a financiarnos nada. Así que vamos a nuestro rollo".Para ello ha habilitado un viejo autobús berlinés de dos pisos que se usaba para transporte urbano: "Dieron de baja a diez y yo compré uno. Le tuve que quitar los 99 asientos y poner habitaciones, duchas, cocina y salón". Hasta 12 personas podrían dormir en este bus-hotel, aunque la troupe principal, está compuesta por ocho miembros fijos, incluyendo el propio Moure.
Hace dos años, los franceses Mano Negra hicieron algo parecido con un viaje en tren por Colombia. "La idea del bus surgió casi a la vez", afirmó Many Moure, "pero el proyecto de Mano Negra era mucho más ambicioso y nosotros no hemos podido realizar algo tan bonito".
"El bus-hotel nunca regresará", comentó Many. "Nosotros podremos ir y volver a Madrid, pero el bus no. No hay otro propósito que perdernos. Es como mi arca de Noé, o el arca de Many". A medianoche de ayer, los titiriteros partieron de Madrid, aunque no van a ir de feria en feria, como la copla de Serrat: "Nuestras primeras paradas serán León y, luego, Ferrol", adelantó Moure. "Vamos a estar cuatro días en cada lugar para actuar de noche en salas previamente contratadas con nuestro espectáculo multimedia de música, cámara negra, humor, magia y performance, que empezamos siempre con un pasacalles por la tarde".
Pero la vida desordenada y dispersa también tiene sus reglas. El enorme autobús tendrá que ser aparcado en lugares concretos: no puede estacionarse en la vía pública y tendrá que hacerlo en cámpings o recintos adecuados, previo permiso solicitado con anterioridad. Aunque la inversión del autobús ha sido enorme ("el Ya'stá! me ha dado para sufragarlo sólo en parte") los gastos a partir de ahora son menores. "El bus es nuestro hotel, nuestra casa y nuestro transporte. Dentro va todo lo que necesitamos: el equipo, los instrumentos... Nos hacemos la comida y podemos ducharnos a diario". Artistas como Pablo Bicho, Javivi, Andoni Ferreño o Faemino y Cansado y una banda de dixie jazz como las de Nueva Orleáns, payasos, magos y un montón de amigos fueron testigos anoche de la primera singladura de este bus-hotel, un carromato titiritero de tiempos modernos.
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