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Efemérides mesetaria

La Musgaña celebra con un disco en directo sus diez años dedicados al folclor castellano

La música tradicional de las dos Castillas no es sólo la de la patriótica rondalla o la de la botella de anís. Dos madrileños, Enrique Almendros y Jaime Muñoz, con el refuerzo periférico del ferrolano Carlos Beceiro, acaban de cumplir 10 años combatiendo mitos y prejuicios con éxito inusual: se forjaron en las mañanas dominicales del Retiro, pero ahora pasean gaitas, tamboriles y zanfonas por cualquier rincón de Canadá y Estados Unidos.La Musgaña, que así se siguen dando en llamar, celebra ahora la vigencia de su proyecto con un rutilante disco en directo, grabado estos días a caballo entre la capital y Barakaldo. Les han acompañado Javier Paxariño, Manuel Luna, Amancio Prada, Kepa Junkera, Radio Tarifa o el escocés Johnny Cunningham, así como los otros tres musgañeros que en el mundo han sido: Luis Delgado, Cuco Pérez y Rafael Martín. Hasta Carmen Martín Gaite ha dado consejos telefónicos sobre el pasacalles salmantino Pasito a paso y la jota zamorana Verdeguea y grana.

Almendros, Muñoz y Beceiro, recientes treintañeros, son de los que nunca han dudado en coger manta, carretera y magnetófono para rebuscar melodías ancestrales en los pueblecillos más recónditos. El folclor de Madrid y sus alrededores tienen para ellos pocos secretos. "En estas tierras se fusionaron la música norteafricana y las melodías celtas y europeas. Vamos, que aquí se hizo la primera experiencia genética. En 10 años les ha dado tiempo a realizar algunos descubrimientos sorprendentes; como que pocos pueblos como Estremera, con sus 1.100 habitantes, pueden presumir de un folclor tan exuberante, pletórico de canciones de ronda. O que en La Cabrera, al pie de la sierra, existió en tiempos una gaita que los pastores construían con madera de higuera y un cuerno por embocadura.

Pese al alcance mundial de su trabajo, los integrantes de La Musgaña han sido sistemáticamente ninguneados por las instancias oficiales madrileñas. "En la Comunidad son todos tan modernos que sólo se interesan por el ballet contemporáneo y cosas así", dispara Muñoz.

El nuevo disco, que en octubre verá la luz en toda Europa y en Estados Unidos, puede ayudar a poner las cosas en su sitio. Los mesetarios se han sacudido los prejuicios de encima.

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