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Una petrolera se hace con el control del diario 'Izvestia'

Lukoil, la compañía de petróleo más importante de Rusia, que acaba de adquirir el paquete de control del influyente periódico Izvestia (41% del total de acciones), asegura que no piensa ejercer ningún tipo de censura en la publicación y que la compra se debe sólo a intereses económicos. Con ello, la petrolera trata de calmar el escándalo que ha estallado.Leonid Fedún, vicepresidente de Lukoil, dice que no comprende por qué la redacción de Izvestia ha recibido de uñas la operación. "La dirección de la compañía nunca ha intentado en el pasado, ni lo hará en el futuro, ejercer presión sobre el colectivo periodístico o dictar la política que debe aplicar la redacción", asegura Fedún.

Izvestia está dirigido por Igor Golembiovski, cuyo cese había sido pronosticado casi unánimemente por los observadores después de que éste denunciara la "reinstauración de la censura en la prensa". Se trata de uno de los diarios reformistas más influyentes de Rusia, que ha logrado mantener una posición independiente tanto del Gobierno como respecto del presidente Borís Yeltsin.

Un grupo de conocidos intelectuales rusos ha interpretado la compra del paquete de control de Izvestia por Lukoil como un intento de amordazar al periódico. "La prensa independiente está desapareciendo en Rusia", dicen en una carta abierta. Según ellos, el Gobierno utiliza "las dificultades económicas" para "garantizar el completo control ideológico de los medios de difusión". Entre los firmantes figuran Y un Grigoróvich, ex director del Bolshói; la bailarina Natalia Bessmértnova, los escritores Vladímir Vóinóvich y Bulat Okudzhava, Grigori Bakánov y Serguéi Zaliguin y el cineasta Piotr Todorovski.

El Gobierno, al fondo

Golembiovski acusa al primer ministro, Víktor Chernomirdin, de querer vengarse de de Izvestia por la reproducción que el periódico hizo del artículo aparecido en Le Monde sobre los ingresos del jefe de Gobierno. Para nadie es un secreto que el florecimiento de esta compañía petrolera depende en gran medida del Gobierno y de su jefe. La relación entre ambos también está reflejada en el hecho de que Vagit Alekpérov, presidente de Lukoil, fue elegido el sábado pasado miembro del Consejo del movimiento Nuestra Casa es Rusia, que lidera Chernomirdin.

Los grupos financieros rusos controlan hoy los más influyentes medios de comunicación. Most (Vladímir Gusinski), posee el canal NTV, el diario Segodnia, la revista Itogui y la radio Eco de Moscú; el grupo de Borís Berezovski -actual vicesecretario del Consejo de Seguridad-, parte de los canales ORT, TV6 y el periódico Nezavísimaya Gazeta; Oneximbank, a cuya dirección ha regresado el ex primer vicejefe de Gobierno VIadímir Potanin, el diario Komsolmólskaya Pravda. Y Gazrpom, la empresa monopolista del gas ruso que en su tiempo dirigió Chernomirdin, ha invertido en televisión y controla el diario Rabocháya Tribuna.

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