Concursos bajo sospecha
Asombro entre los profesionales españoles ante el caso italiano de estafa
El tongo de hace una semana en el popular programa de la RAI Domenica in, que ha destapado toda una red de tramposos y ha obligado a la radio televisión pública italiana a estudiar la suspensión de sus concursos, ha dejado estupefactos a los profesionales españoles.El escándalo de Domenica in saltó cuando el concursante de un premio millonario respondió por teléfono a una pregunta que había sido eliminada pocos minutos antes de comenzar el juego. La presentadora, Mara Venier, se dio cuenta inmediatamente y destapó en directo el engaño. El responsable del programa, que ya sospechaba desde marzo que había gato encerrado, porque los jugadores respondían sin dudar a preguntas difícilisimas, tendió la trampa. Se saltó la ley italiana, según la cual es obligatorio que el notario sepa las preguntas y los nombres de los concursantes. Y precisamente el notario de Domenica in, Umberto Baldini, sucumbió a la tentación. Él es el principal acusado del tongo e incluso ha confesado ser reincidente.
"Yo sabía que el formato italiano tenía riesgos, por eso aquí puse medidas de seguridad para que nadie se atreva a hacer trampas", afirma Francesco Boserman, curtido durante 20 años en la producción de concursos y director de Domingo a domingo, la adaptación española de Domenica In que emite Tele 5.Boquiabiertos
"Estarnos todo el equipo del programa con la boca abierta. Me parece repugnante jugar con la ilusión y la buena fe de la gente", dice Belinda Washington, presentadora del espacio de tres horas De domingo a domingo. Washington comenta que ni se puede imaginar en la piel de su colega italiana Mara Venier: "Me quedaría boquiabierta, me daría un paro cardiaco... no sé...". "En mi programa eso no podría pasar", dice tranquila. "Lo más que puede ocurrir es que me confunda al marcar un número. Pues lo digo en directo y vuelvo a empezar".
Como Domenica In, De domingo a domingo incluye La llamada millonaria, con un premio de un millón de pesetas cuya cantidad se acumula en un bote en sucesivas semanas si los concursantes telefónicos no aciertan las respuestas de, las preguntas que se les formulan. Pero Francesco Boserman, según sus propias palabras, es un hornbre desconfiado y decidió blindar el concurso español. El notario no conoce las preguntas y quien hace éstas (el propio Boserman, el mismo domingo) no conoce a los concursantes seleccionados. La selección de 20 números telefónicos de toda España se hace a mitad de semana, por sorteo ante notario; el listado permanece en unos sobres lacrados, en una caja fuerte, hasta que se abren ante las cámaras.
"Los responsables de los concursos son los primeros interesados en que no haya tongo. Nadie se juega su futuro laboral en televisión por una trampa. Los más peligrosos, como se ha demostrado, son los ajenos al programa", lamenta Boserman, que afirma sentirse "conmocionado" como profesional y como italiano. "El notario se volvió loco: ¡tirar por la borda 35 años de prestigio! Es decepcionante, porque los funcionarios de Hacienda tenían fama de honrados. Nunca podrías sospechar de ellos. Eso refleja un poco el mal momento que vive mi país, la gente está quemada y es capaz de llegar a estafas como ésta"
Olga Flores, directora del concurso diario La ruleta de la fortuna (Tele 5), coincide con este asombro: "Que te falle el notario no te lo imaginas. Es muy fuerte. Y si estás dentro del concurso, no merece la pena hacer trampás, te pillan enseguida y no vuelves a trabajar en tu vida. No tiene sentido perder un puesto de trabajo por un millón de pesetas o un coche".
Globomedia, productora de Zip Zap (TVE), también establece "circuitos de protección" para evitar fraudes: "Las tres personas que conocen las preguntas no participan en el proceso de selección de los concursantes, cuyas bases las tiene el notario, y ese proceso garantiza su integridad; se les hace una entrevista personal diseñada por psicólogos y sociólogos y firman un contrato en el que certifican que no son familiares de la gente del equipo, la cadena, la productora o las empresas relacionadas con el programa. Además, el concurso es grabado".
La opinión generalizada de quienes están en su engranaje es que los concursos españoles están libres de toda sospecha. "A veces si alguien responde muy fácilmente nos mosqueamos, pero la cuestión es vigilar y confiar en la honradez del personal", dice Olga Flores. "Cuando explotan escándalos como el de Italia la consecuencia es una desconfianza mayor en los concursos", opina Constantino Romero, presentador en Antena 3 de La parodia nacional y veterano en este género televisivo (El tiempo es oro, La vida es juego, Ya sé que tienes novio ... ) . "Hay gente que todavía no se cree la veracidad de los premios, imagínate ahora con este ridículo".
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