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Entrevista:

"Anguita no es capaz de encabezar el cambio en Izquierda Unida"

Mide cada una de sus palabras. Y no quiere personalizar "porque entonces el debate político se pierde". Pero reconoce que el responsable de la situación de IU es su coordinador general, Julio Anguita. Diego López Garrido, secretario federal de Nueva Izquierda, pide la unidad de la izquierda para que el PP no se consolide en el Gobierno.P. IU ha terminado por aceptar a Nueva Izquierda como partido, pero hay quien dice que ustedes donde debían estar es en el PSOE...

R. A nosotros no se nos ha perdido nada en el PSOE. Y los que lanzan ese mensaje contribuyen muy poco al crecimiento de IU, porque esa afirmación resta fuerzas y pone de manifiesto la incapacidad de determinados sectores para aceptar la lógica de IU. El problema es que hay gente que piensa que IU es una criatura del PCE, una formación de naturaleza comunista.

P. ¿Quiénes piensan así?

R. Ese mensaje proviene de los llamados sectores duros del PCE. Son los que mantienen una estrategia de confrontación con Nueva Izquierda y dominan la política de la organización.

P. ¿Cuál es esa política?

R. La política que desarrolla IU no encaja con su propia lógica. Encajaría con la de un PCE no evolucionado. LLeva a la destrucción. Yo me resisto a llamar a eso política de IU. Es más bien la política de un sector de IU que, en estos momentos apoya al coordinador general y que es, evidentemente, el último responsable.

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P. La llegada al poder de la derecha, ¿ha cambiado en algo esta política?

R. Con el triunfo de la derecha todo eso se ha acentuado. Se ha acentuado ese empeño de mantener la estrategia de las dos orillas, que no lleva a ningún sitio. O que lleva a absurdos como el debate de la República, la ruptura del consenso constitucional, o la denuncia del doble Estado formado, según ellos, por mafias y banqueros. Es una política que lleva a la contradicción de votar sí al Pacto de Toledo y votar no a su desarrollo; que lleva al enfrentamiento con los sindicatos... Es una política propia de una fuerza que no quiere gobernar.

P. ¿Quién debe llevar a cabo la renovación en IU? ¿Usted? ¿Nueva Izquierda?

R. Yo creo que el cambio -en IU y donde sea- debe liderarlo el que está al frente de la organización. Pero la verdad es que, a la vista de lo que está pasando, la sensación es que Julio Anguita no va a ser capaz de encabezar ningún cambio. ¿Cómo se puede pretender ser alternativa al PP sin contar con los 9.300.000 votos del PSOE? Yo no estoy de acuerdo ni con la teoría de las dos orillas ni con esa afirmación de que no se combate a la derecha sino a la política de la derecha. Hay que combatir a la derecha. La derecha es mucho más que su política. Es una cultura, una forma de ver la vida, una tradición, incluso. Ver al PSOE exactamente igual al PP es un error. Eso lleva a la incapacidad, a la castración política de IU. Un dirigente no puede llevar a eso a una organización.

P. Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Que. se vaya Anguita?

R. Yo no apuesto por los cambios de dirigente porque son muy traumáticos. La solución es que Anguita rectifique en la V Asamblea. Y si no lo hace, hay que decir que no ha sido capaz de renovar Izquierda Unida.

P. Vamos a suponer que IU se renueva. ¿Y luego?

R. Tal como están ahora las cosas, la única alternativa sólo puede venir de toda la izquierda. La izquierda tiene muchos más votos que la derecha. Tiene 12 millones de votos, frente a nueve de la derecha.

P. Ahora. Y antes, incluso más. Pero eso no ha hecho que gobierne la izquierda.

R. El gran responsable de que la izquierda no gobierne en este país es el PSOE, No se puede echar la culpa a IU de que no haya un Gobierno de izquierdas. Y ahora el PSOE está demostrando su enorme dificultad para hacer oposición. No es capaz, por ejemplo, de presentar una pregunta sobre la corrupción del PP en Zamora. El PSOE arrastra un lastre impresionante en este sentido. Ha actuado con prepotencia, en la idea de que no necesitaba a nadie para gobernar. Ha sido un partido muy institucionalizado, que ha creado unas redes de intereses en 13 años de Gobierno que ahora le bloquean. Y, mientras tanto, IU ha actuado en la idea de que el enemigo era el PSOE, y no el PP.

P. Una vez que no ha sido posible mantener un Gobierno de izquierdas, ¿qué se puede hacer?

R. Profundizar en la convergencia de la izquierda, en la convergencia con los sindicatos. Profundizar en la unidad. Porque me temo, además, que puede haber elecciones anticipadas y si el PSOE e IU no han conseguido resolver sus problemas los resultados pueden ser catastróficos para la izquierda.

P. Habla usted de unidad con el PSOE, pero en IU hay división en temas como la reforma laboral, por ejemplo.

R. Es verdad. Nuestra postura, en contra de la mayoría de IU, es que el acuerdo entre sindicatos y patronal es el mejor de los acuerdos posibles. Es un atornillamiento de la limitación de la contratación temporal y una potenciación de la contratación fija. Partimos de una reforma laboral llevada a cabo por el PSOE que hizo deasaparecer el contrato fijo. Y en esas condiciones se va a un pacto que recupera esa figura y potencia el contrato fijo. No hay quien entienda la postura de IU. Porque además es una oposición sin alternativa.

P. ¿Cómo calificaría usted este año de Gobierno del PP?

R. Ha sido un desastre, aunque haya demostrado una cierta inteligencia manteniendo una imagen centrista al no rebajar las pensiones o al propiciar un acuerdo entre sindicatos y patronal. Pero en el campo de la Justicia yo no recuerdo peor ministro, ministra en este caso. Es la pasividad y la incompetencia más absoluta. La crisis de los fiscales, por ejemplo, es responsabilidad directa del Gobierno que ha nombrado a un Fiscal General absolutamente incompetente, sectario y corporativista.

P. ¿No le da la sensación de que hay un exceso de judialización en la vida española?

R. Efectivamente. Pero eso es consecuencia del fracaso de la política. Si la política no resuelve los problemas, se convierten en litigiosos y, al final, tienen que intervenir los jueces. La política tiene como función que no se llegue a esa situación. Eso en cuanto a la Justicia. Pero en cuanto a la Jurisprudencia creo que se han producido situaciones muy positivas, como la decisión del Supremo sobre los papeles del Cesid. Ha sido un triunfo del Estado de Derecho.

P. ¿Y en terrorismo?

R. Es un tema delicado. Pero sí hay que decir que el PP ha evolucionado bien desde sus posturas cuando estaba en la oposición. Basta recordar lo que entonces decía el hoy vicepresidente Francisco Álvarez Cascos. Pero en conjunto, el Gobierno del PP está demostrando que actúa como una derecha profundamente negativa. Y eso es más claro en algunos campos, como comunicación y cultura. La operación de persecución que hace el Gobierno popular hacia el Grupo PRISA es impresentable. Es una persecución evidente. El Gobierno ve que hay un grupo hostil con su política y va contra él. Es evidente. Y eso en una democracia es inaceptable. Es una posición antidemocrática. Y en el mundo de la cultura esta derecha no tiene ninguna sensibilidad. Tiene una tradición que enlaza con el franquismo. Y no quiero decir que esta derecha sea franquista, pero sí tiene sus lazos y vinculaciones con el franquismo.

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