La capital del siglo XXI cambia sus fronteras

El Plan General del siglo XXI, que define el crecimiento de la capital durante los próximos doce años y que el jueves aprobó de forma definitiva la Comunidad de Madrid, va a implicar también un cambio de fronteras. Entre las operaciones urbanísticas que recoge el documento hay algunas destinadas a servir de cambio de cromos con los municipios vecinos de Coslada y Rivas-Vaciamadrid.Con la primera localidad, gobernada por Izquierda Unida, Madrid tiene intereses relacionados con la Ciudad Olímpica. La capital quiere terrenos, cercanos al actual estadio olímpico de San Blas, que están dentro del término municipal de Coslada.

Con Rivas, Madrid desea hablar del futuro de los vecinos que habitan un millar de casas de la urbanización Covibar que, aunque están a una calle de distancia de Rivas, dependen administrativamente de Vicálvaro, situado a ocho kilómetros de distancia. Rivas, gobernado también por Izquierda Unida, piensa pedir a cambio de hacerse cargo de los servicios (e impuestos) de las familias de Covibar una tajada urbanística: suelo donde construir. Por si acaso, el Plan General plantea en la zona un área de crecimiento que podría ser objeto de intercambio. Ambos planes, sin embargo, quedaron en el aire después de que los técnicos de la Comunidad de Madrid examinaran el documento. El Gobierno regional ha impuesto que haya un acuerdo entre los municipios para que las operaciones sean viables.

Primera operación.

Los límites geográficos del termino municipal de Madrid cambiarán por el Este para hacer posible la Ciudad Olímpica, con la que la capital pretende competir por la organización de unos juegos en el 2008 o en el 2012.

Madrid ganará unos terrenos propiedad de Coslada situados a las espaldas del actual estadio de atletismo de la Comunidad, conocido popularmente como La Peineta. Coslada conseguirá a cambio otros suelos situados en el distrito de Vicálvaro y recalificados por el nuevo Plan General de Madrid para la construcción de cerca de 3.000 viviendas.

Los límites que separan la capital del municipio de Coslada deberán ser modificados previo dictamen del Consejo de Estado y una posterior autorización de la Comunidad de Madrid.

Ambas localidades permutarán en total 100 hectáreas de sus respectivos términos para que Coslada pueda crecer hacia la capital (con 3.000 nuevos pisos) y Madrid pueda garantizarse la futura reserva de suelo para las instalaciones deportivas de la Ciudad Olímpica, según confirmó a este periódico el alcalde de Coslada, José Huélamo (IU). "Madrid quiere nuestros terrenos para un futuro campus univesitario, una zona industrial y la ampliación de la zona deportiva en torno a La Peineta", explicó el regidor.

José Ignacio Gómez Cuesta, gerente de la Oficina Técnica que ha elaborado el nuevo Plan General de Madrid, aseguró por su parte que se han iniciado las conversaciones con el Ayuntamiento de Coslada para cerrar esta operación. Pero la Comunidad de Madrid se negó el pasado jueves a aprobar estos planes hasta que el acuerdo entre los dos municipios no sea definitivo."Nosotros ya pusimos en la ficha urbanística del ensanche de Coslada que estaba condicionada esa actuación a las negociaciones entre los dos municipios", replica Gómez Cuesta. Segunda operación.

La futura modificación de fronteras con Coslada no será la única que sufrirá la capital en los próximos meses. Los gobiernos de Madrid y Rivas-Vaciamadrid han llegado a un principio de acuerdo para que un millar de viviendas de Covibar (hoy dentro del termino municipal de Madrid) se integren en Rivas, que es la localidad que presta en la actualidad la mayor parte de los servicios a esos vecinos.

En los límites de Rivas Vaciamadrid y de Coslada, el gobierno municipal de Álvarez del Manzano ha diseñado el denominado Ensanche del Este, una recalificación de terrenos rústicos para construir más de 6.000 viviendas.

La aprobación de estos planes ha sido aplazada por la Comunidad de Madrid. El ejecutivo de Alberto Ruiz-Gallardón ha puesto condiciones para autorizar estos proyectos.

" El veto de la Comunidad al Ayuntamiento de Madrid nos beneficia", dice Fausto Muñoz (IU), alcalde de Rivas Vaciamadrid. "Madrid pretendía colar la recalificación del suelo existente junto a Covibar sin garantizar que el nuevo barrio iba a depender de Rivas. Quizás pretendían obtener las plusvalías y, una vez terminadas las viviendas, cargar a nuestro municipio todos los servicios que demandarán los vecinos. Por eso, con la decisión de la Comunidad de aparcar esta operación , Rivas Vaciamadrid podrá negociar en igualdad de condiciones".

La pasada semana, la tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Mercedes de la Merced, envió una carta al regidor de Rivas donde le comunicaba su postura favorable a formar una comisión técnica en cuyo seno se negocie el cambio de lindes. En principio, Madrid ve con buenos ojos que los vecinos de Covibar pasen a depender administrativamente de Rivas, dada su proximidad."No se puede perjudicar a los vecinos, que llevan toda la razón en su reivindicación de integrarse en Rivas", aseguró el viernes un responsable capitalino. "Ahora, no obstante, hay que analizar cuidadosamente el resto de las peticiones que plantea el Gobierno de Rivas".Las autoridades regionales admiten estos planes de modificación de fronteras pero han vetado otros que el Ayuntamiento había incluido en su diseño de la ciudad del futuro.

Los vetos de Ruiz-Gallardón

Hasta 40 condiciones ha puesto el ejecutivo autonómico al Ayuntamiento de Madrid para que aplique su Plan General. Deberá aparcar Álvarez del Manzano todas las recalificaciones previstas en instalaciones de la Administración central (cuarteles militares, la cárcel de Carabanchel, los parques móviles ... ) hasta que firme convenios con los responsables de estos departamentos. Tendrá que crear consorcios públicos donde participe la Comunidad para desarrollar las grandes operaciones (ensanche de la Castellana, Ciudad Olímpica, Ensanche del Este ... ). Y deberá cargar en las espaldas de los promotores privados los costes de los accesos a los nuevos barrios, pues la Comunidad ha renunciado a financiar estas carreteras.Junto a estas correcciones, la Comunidad de Madrid ha dado un tijeretazo a los planes de ampliación del campus de la Universidad Autónoma. El Gobierno regional ha prohibido construir edificios en el terreno situado entre el monte del Pardo y la autovía de Colmenar Viejo, al estar clasificado como suelo no urbanizable, informa Paz Álvarez.

En un principio, la Universidad Autónoma, según explicó su rector, Raúl Villar, tenía previsto construir en esta zona un gran aparcamiento. Con el veto regional ha cambiado de planes: ahora lo destinará a una zona de estudio botánico.

"Estarnos de acuerdo con la decisión de declarar esta zona protegida, porque construir ahí rompería toda la armonia. Cuando tengamos presupuesto, montaremos un espacio para que los alumnos y los profesores puedan estudiar los árboles autóctonos de la zona", explicó Villar.