El asesino de Costa Polvoranca es diestro, segun tres peritos
A David García, el portero del pub Donqui, delante del cual murió asesinado el joven de Alcorcón Ricardo Rodríguez, le puede exculpar ser zurdo. Los tres peritos de la acusación testificaron ayer ante el tribunal que juzga el crimen de Costa Polvoranca que la puñalada mortal la dio un diestro, y el principal acusado, José Cristóbal Castejón, El Mallorquín, lo es. El perito propuesto por el abogado defensor de éste no entró en esos detalles. Para él, el arma que analizaron los peritos no es la homicida. El juicio, que cumplió ayer su novena sesión, escuchará mañana a los últimos testigos.Los forenses de la acusación declararon que la puñalada que costó la vida a Ricardo fue dada por una persona diestra que cogió a la víctima del cuello y la acuchilló por la espalda, tal y como testificó el pasado 4 de abril José Manuel Alonso Niso, un amigo del fallecido. La trayectoria de la cuchillada, que partió el esternón y el corazón del fallecido, fue de arriba abajo, de derecha a izquierda y con el filo de la navaja hacia abajo. Según los forenses, esos detalles revelan que la cuchillada fue asestada por un diestro. Un zurdo habría corrido el riesgo de cortarse él mismo en la mano, se le podría cerrar la navaja y el filo estaría orientado hacia arriba.
Los forenses del fiscal y la acusación particular barajaron tres hipótesis sobre la forma en que se podría haber apuñalado a Ricardo. La más aceptada es que se produjo por detrás de la víctima y con la mano derecha. El hacerlo de frente al fallecido o en diagonal es menos probable. Completaron que el homicida tuvo que hacer un movimiento semicircular para introducir la navaja. Lo mismo dijo Alonso Niso.
La herida de la navaja
Los peritos también declararon que la navaja que hay en el proceso como arma homicida -una Opinell número 7- es "totalmente compatible con la herida que sufrió el fallecido". Es decir, pudo ser utilizada para matar a Ricardo Rodríguez. Sin embargo, el perito presentado por la defensa de El Mallorquín, Marcos Pablo Rebanal, lo negó. Se basó en que el grosor de la herida es de un milímetro mientras que el de la navaja es de dos. Según los forenses de las acusaciones, la diferencia podría deberse al tiempo que pasó desde que se produjo el navajazo hasta que se le practicó la autopsia. En total, varias horas.
Rebanal también explicó que la navaja, al ser introducida hasta el fondo, tuvo que dejar alguna marca de la parte roma (en la que se une el mango con el filo) en el esternón del fallecido. Esto permitiría conocer con exactitud el grosor del arma homicida y si la Opinell fue la navaja con la que se apuñaló a Ricardo.
Ante estas diferencias, el tribunal pidió a los forenses que analizaran de nuevo el esternón de Ricardo y la navaja para comprobar si eran o no compatibles con la herida mortal. Sus informes serán expuestos hoy ante la sala.
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