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Potenciar la producción europea, objetivo del mercado de televisión de Cannes

Las producciones de ficción de las cadenas de televisión europeas tienen en común el éxito de lo hecho en casa, pero también su escasa circulación entre los diferentes países. Muy al contrario de la producción norteamericana, que sigue llevándose la mejor parte del pastel. Éstas fueron las conclusiones del encuentro que reunió, bajo el patrocinio de la Comisión Europea y del Centro Nacional de la Cinematografía de Francia, a una amplia representación del sector en el Mercado Internacional de Programas de Televisión (MIP-TV) de Cannes (Francia), que pretende potenciar la producción europea.

En Cannes se convocó a una veintena de actores en representación de ese potencial estrellato televisivo europeo, como prueba de que el talento existe, aunque en muchos casos no sobrepase la notoriedad local. Claudia Cardinale, la única verdadera estrella sin fronteras, formó parte de este grupo, en el que España estuvo representada por los actores Jorge Sanz y Fernando Guillén Cuervo.¿Por qué invertir en la ficción europea si la nacional ya funciona en cada país y la mayoría de las coproducciones han sido un fiasco? Por razones estrictamente económicas, según afirmó Christian Charret, presidente de Gaumont, que ha conseguido colocar la serie Los inmortales en Estados Unidos y que, según afirmó, en caso de éxito, dejaría en el continente una parte del dinero -unos 3.000 millones de dólares (cerca de 435.000 millones de pesetas)- que ahora se llevan las grandes compañías norteamericanas, origen de la producción de casi un 70% de la ficción (cine y televisión) que se emite en las cadenas de televisión europeas.

Pero el éxito, según contó el moderador y periodista Alastair Stewart (London News Network), no parece haber acompañado las últimas incursiones en la denostada colaboración entre países europeos. Nostromo (coproducida, entre otras, por la BBC y TVE, aún sin estrenar en España) "tuvo todos los problemas editoriales: de reparto, de guión, hasta de escenarios", dijo Stewart, y al final ha sido un fracaso de audiencia en los países en los que se ha estrenado.

La cuestión que se planteó en el MIP-TV no es fácil: descartado que la ficción local no viaja (Navarro, serie popularísima en Francia, se muere de asco en la madrugada de TVE), se trata de potenciar una producción de ficción que no sólo sea distinta de la norteamericana, sino también de la producción local de cada país, y con capacidad para atravesar fronteras.

Albert Mathieu, director de programación y ficción televisiva en Canal + Francia, advirtió sobre la falta de perspectiva a largo plazo de la producción nacional actual en las cadenas europeas, "que en dos años pudiera no tener el éxito que tiene hoy".

Frente a ello propuso iniciar líneas de una creación que no sea rehén "de la contemporaneidad realista o de la sobreexplotación de géneros como el policiaco", y redescubra en cambio nuevos espacios como "lo novelesco, el exotismo, la aventura". Una producción que sólo puede abrirse paso a través del esfuerzo económico común, especialmente cuando se trata de cadenas modestas,, como señaló Karin Schockweiller, encargada de la producción de ficción de la cadena alemana Prosieben. Jean Pierre Cottet, director general de antena de la cadena pública France 2, añadió otro beneficio de esta ficción paneuropea, que conseguiría "una nueva federación de públicos", en un entorno marcado por "la multiplicación de cadenas y la fragmentación de audiencias".

Según se ha puesto de relieve, el gran problema no es la lengua, sino llegar a un acuerdo entre sistemas televisivos y creadores de diferentes países sobre qué historias y qué creadores pueden estar en el origen de esa ficción, cuando prácticamente se desconoce la tradición narrativa del país vecino, e incluso hay divergencias en cuanto a las preferencias de la ficción importada de Estados Unidos. Un ejemplo es el éxito de la serie Urgencias en Francia (France 2) y la pobre y obstaculizada carrera que está teniendo dicha producción en TVE.

El Observatorio Europeo del Audiovisual presentó en el MIP-TV de Cannes un avance de datos de su anuario, de próxima salida. Entre ellos, figura el recuento de 186.472 horas (un 69,8% del total de la ficción emitida) de producción norteamericana durante 1995 en 92 cadenas controladas en la Unión Europea. Muy lejos de los programas de ficción importados de origen europeo: un 22%, incluyendo el porcentaje del país de la Unión Europea que tiene una mayor tradición exportadora, el Reino Unido, con un 5,8% de esta cifra.

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