El dueño del Atlético pide a De Caldas que "aguante", según la versión de la oposición

José María González de Caldas, según opinan sus opositores, no deja la presidencia del Sevilla por consejo del presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil. "Gil es quien le ha dicho aguanta", reveló ayer Rafael Carrión, consejero del Sevilla y opositor a la gestión de González de Caldas. "Son amigos y tienen ciertas relaciones comerciales", concluyó Carrión.

Aficionados sevillistas comparan esta actuación de Gil con la que mantuvo en el Cádiz, cuando una empresa del vicepresidente del Atlético, Enrique Cerezo, se hizo con el capital del club al tiempo que fichaba a sus mejores jugadores de entonces Kiko y Quevedo. "El que ha dicho [por Carrión] eso es un mal nacido. Ése lo que quiere es la presidencia. Hace un par de días le dije a De Caldas que, aunque diese un millón a cada accionista, le matarían. Está quemado. Pero ese Carrión está loco por sustituirle aparte de ser un matatías. ¿Que qué es eso? Tú ponlo así... Ususero", replicó ayer Gil.

Desde hace meses, González de Caldas no puede ir al palco ante el rechazo de la tribuna. Actualmente hay una asamblea extraordinaria del club convocada por un grupo de accionistas para forzar su salida de la presidencia. "Yo no juzgo lo que haga Gil, pero lo que sí sostengo es que la actuación de De Caldas ha sido espantosa para el club". "Gil influye mucho en De Caldas", agregó Carrión: "Tenemos muchos problemas pero las soluciones sólo pueden salir de los sevillistas puros. No necesitamos salvadores de la patria y menos personas como Gil que no creo tenga ningún interés en beneficiar al Sevilla", apostilló ayer Francisco Romero, secretario del Foro Sevillista, organización que también se opone sin tregua a la gestión de De Caldas.

"A Gil le preocupa mantener una buena relación con De Caldas. Es sabido que le interesa mucho llevarse al jugador del Sevilla José Mari", aseguró uno de los miembros de la Plataforma Salvemos al Sevilla, organización que agrupa a los sectores que se oponen a la gestión de De Caldas. Jose Mari, delantero de 18 años y joven promesa de club, pospuso la firma de un acuerdo que ya tenía con el Sevilla al conocer el interés del Atlético de Madrid de hacerse con sus servicios.