Gil carga duramente contra Solozabal
El Atlético ha entrado en ebullición. El caso Solozábal, su negativa a jugar de lateral ante el Barcelona, abre la veda de un final de temporada que se adivina tenso y cargado de conflictos directamente asociados con la deteriorada relación Antic-jugadores. Quizás en un intento de frenar la revolución interna que se avecina, y como advertencia al vestuario, Gil cargó duramente contra Solozábal, al que había defendido por su gesto tan sólo 24 horas antes. "El jugador que no se adapte a las normas del entrenador" dijo el dueño del Atlético, "no debe durar ni un minuto más en el club. ¿Lo quiere más claro?". Solozábal tiene los días contados. De la resistencia y unión del vestuario depende.
Gil había definido el domingo el plante de Solozábal como un gesto de honradez. Ayer, sin embargo, justificó dichas palabras en una mala interpretación de los periodistas. Y anunció días difíciles para el futbolista: "Si no quiere jugar, es su problema. Si yo fuera el entrenador, no le mando a la grada, le mando a casa. Ya he dicho bastante. Aquí con sanciones no se arregla nada". El dueño del Atlético se colocó del lado de su técnico. Y su respuesta puede interpretarse como una advertencia para toda la plantilla, donde empezaban a asomar nuevos focos de conflicto.Gil ha entrado en escena. Algo que desconocía Solozábal cuando trató ayer de simplificar un gesto, el suyo, que no considera como un acto de indisciplina: "Yo creo que si un jugador no se encuentra a gusto en una posición debe decirlo. Y por eso se lo comuniqué al entrenador
Pero el futbolista sabe que el incidente no se lee de manera tan sencilla. El suceso del viernes pasado es la prolongación de un pulso que Antic y él sostienen desde principio de curso. En realidad, Solozábal tampoco lo negó. "En su día", anunció, ', cuando el Atlético ya esté clasificado para la Copa de la UEFA, hablaré. Mis relaciones con Antic no creo que se deban airear ahora. No es el momento. El equipo necesita tranquilidad".
La salida de Solozábal del Atlético, una maniobra que Antic prepara desde hace meses, cobra más fuerza tras el plante. Sobre todo tras conocer la posición de Gil en el caso. El jugador lo sabe. "Sé que esto no me va a beneficiar", añadió, "ni me me agrada. Pero mi postura era necesaria. El panorama viene difícil para mí desde hace tiempo. Hay muchas cosas detrás que ya llegará el momento de contar".
Del único punto que se arrepintió el jugador es de no haberle anunciado previamente a los dueños del club su decisión. Lo hizo ayer, ante Miguel Ángel Gil. Radomir Antic, por su parte, no quiso hurgar en la herida. Y públicamente se mostró hasta cierto punto comprensivo con el jugador: "Es atípico lo que ha hecho, pero hay que respetar la decisión de un profesional. No lo interpreto como un acto de indisciplina., sino como el gesto de un profesional honesto que reconoce no estar para afrontar una posición no habitual".
El técnico aseguró que no tomará medidas drásticas con Solozábal. "Yo no crucifico a nadie. Cada profesional tiene que asumir responsabilidades. Las consecuencias dependen del grupo. Yo no voy a pedir sanción para él ni muchísimo menos. Pero no justifico a nadie". Sin embargo, luego, Antic, tras reconocer que se siente "un poco desilusionado" con Solozábal, no negó la probabilidad de que el jugador no vuelva a vestir la camiseta del Atlético: "Hoy no puedo decir nada al respecto".
En lo que no quiso profundizar el técnico fue en si a él le ha gustado Solozábal como lateral izquierdo las veces que ha actuado en esa demarcación. "Si me ha gustado o no es lo de menos. Lo que me gusta es que un jugador tenga capacidad de ocupar varios puestos. A todos les toca alguna vez jugar en una posición no habitual. Son necesidades de la temporada. Lo que trato es de compensar en cada banda las características individuales de cada jugador". Antic anunció que se reunirá hoy con el jugador.
El vestuario, en su mayoría, entiende la reacción de Solozábal y comparte con él la tesis de que el técnico le persigue por motivos personales desde hace meses. Sin embargo, la única voz de la plantilla que se ha atrevido hasta ahora a pronunciarse públicamente sobre el conflicto disparó contra Solozábal. Fue Pablo Alfaro: "La obligación de un jugador es estar disponible para cualquier puesto, nos guste más o menos. Yo no voy a entrar en un enfrentamiento con Roberto, el entrenador está ahí para poner a cada uno en su sitio. El equipo está por encima de los gustos individuales de cada uno. Eso lo tenemos que tener todos muy claro. Yo prefiero jugar de central, pero si el equipo me necesita como lateral, juego de lateral. Y hasta de portero si hace falta".
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