Gordillo encabeza una rebelión de fiscales y advierte que se irán de la Audiencia si Márquez es expulsada
La decisión del fiscaI general del Estado, Juan Ortiz Úrculo, de trasladar a María Dolores Márquez desencadenó ayer una nueva rebelión del grupo de fiscales sancionados de la Audiencia Nacional. Ignacio Gordillo, al que Úrculo salvó del traslado forzoso a costa de enfrentarse al Consejo Fiscal, se puso al frente y advirtió públicamente que si Márquez es expulsada, los otros tres expedientados se irán voluntariamente de la Audiencia. Sus palabras fueron ratificadas por Pedro Rubira. Eduardo Fungairiño fue más prudente. Aunque la sanción de su compañera le parece "injusta y desproporcionada", esperará a que se materialice antes de pronunciarse. El silencio de úrculo fue roto por la ministra de Justicia, Margarita Mariscal, que calificó estas amenazas de "reacciones normales entre personas que están trabajando juntas desde hace mucho tiempo".
La fiscal María Dolores Márquez de Prado, sobre la que ha recaído la sanción más grave, la del traslado forzoso llegó ayer "fuertemente afectada" a la Audiencia Nacional, según fuentes de esta jurisdicción, y se lamentó de la gravedad de la sanción impuesta. La fiscal explicó a algunos simpatizantes el sentido de las alegaciones a su expediente, en las que niega la "acritud" hacia jueces y tribunales apreciada por el fiscal general para sancionarla. Sin embargo, al filo de las tres de la tarde, recuperada su habitual presencia de ánimo, abandonaba la Audiencia, elegante y altiva, con un gran ramo de flores.Previamente, el fiscal Ignacio Gordillo, sancionado con un mes de empleo y sueldo y salvado por Úrculo del traslado forzoso que reclamaba para él unánimemente el Consejo Fiscal, declaraba a los periodistas que si María Dolores Márquez es finalmente trasladada, él y sus compañeros pedirán el traslado en el primer concurso que se convoque.
Los cuatro fiscales sancionados mantuvieron previamente una reunión. "Lo único que podemos decir", señaló Gordillo", es que varios fiscales mantenemos que de procederse al traslado de María Dolores Márquez a otra fiscalía, como siempre hemos dicho que uno no iba a cargar con esas responsabilidades personalmente, pues todos, en el primer concurso, pediríamos ser trasladados. Es una cuestión que hemos mantenido desde el principio, porque creo que no es cuestión de una sola persona, sino de toda la fiscalía, o por lo menos de todos los expedientados de esta fiscalía".
Preguntado si no temía que sus palabras fuesen interpretadas como una actitud de "presión", respondió: "No, ni mucho menos. Es simplemente el derecho que uno tiene a concursar a la plaza que desee cuando pueda desearlo". Y añadió: "Ciertamente, con un Consejo Fiscal que por unanimidad desea el traslado, no creo que tengamos el apoyo de la carrera fiscal, por lo cual, se nos puede dejar cambiar y trasladamos al lugar que deseemos ejercer nuestro trabajo".
Pedro Rubira confirmó de inmediato las palabras de Ignacio Gordillo en el sentido de que pedirá el traslado si Márquez es expulsada. El fiscal jefe en funciones, Eduardo Fungairiño, declaró que la sanción de Márquez es "injusta y desproporcionada", pero sobre su intención de pedir un cambio de destino fue más cauto. Matizó que lo estudiaría. Fungairiño argumentó que es demasiado pronto para decidir, y comparó la sanción de 50.000 pesetas que se le ha impuesto a él con "una multa de tráfico".
Preguntado si presentará de nuevo su candidatura a fiscal jefe -Úrculo abrió ayer mismo el plazo, que terminará el día 22-, indicó: "Mi jefatura no importa nada en este momento. Lo que me importa es el traslado de una compañera y la suspensión de un compañero magníficos". El jefe en funciones confesó que no se esperaban que ninguno de los expedientes concluyese en traslado forzoso, y atribuyó las discrepancias entre el Consejo Fiscal -que pedía por unanimidad la expulsión de Márquez y Gordillo fuera de la Audiencia- y el fiscal, del Estado a "la lucha política". Y añadió: "Me duele que unos compañeros de la carrera hayan pedido el traslado de otros compañeros".
Durante la mañana, la fiscal Márquez recibió muestras de apoyo y solidaridad por parte de jueces como Baltasar Garzón y numerosos funcionarios. A su despacho llegaron incluso algunos ramos de flores. Los funcionarios recabaron casi 90 firmas entre los aproximadamente 350 de la Audiencia Nacional para respaldar un escrito en el que califican la decisión de Úrculo de "injusta y desproprocionada" y ruegan a la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, que "la mantenga en su puesto de trabajo".
La actitud de fiscales y funcionarios fue duramente criticada por la Asociación de Fiscales, mayoritaria en la carrera fiscal y de talante conservador, a la que pertenecen algunos de los sancionados. El portavoz de ésta, Miguel Colmenero, emplazó a Fungairiño, Gordillo y Rubira a cooperar en la solución de la crisis, en lugar de "crear más problemas". "Ellos están en su perfecto derecho de solicitar el traslado en cualquier concurso que se convoque, pero si eso pretenden utilizarlo como una medida de presión en contra de la decisión de la fiscalía general del Estado, sería una presión inaceptable", dijo.
"Exigencia inaceptable"
En esta misma línea, advirtió a los funcionarios que firmaron el documento pidiendo a la ministra que reconsidere la sanción, que la carrera fiscal "no se dirige por los funcionarios de Justicia". Añadió que de confirmarse que el documento es una forma de presión, se estaría "ante una exigencia igualmente inaceptable".Carlos Castresana, de la Unión Progresista de Fiscales, calificó la reacción de los sancionados de "lamentable" y dijo que con ello demuestran que el ex fiscal jefe José Aranda y la Inspección "tenían razón". "Se ha comprobado", dijo, "que Aranda tenía razón cuando se refería a unos fiscales que actuaban en grupo, que no respetaban la jerarquía y se manifestaban con insubordinación". "El que se equivocó fue el fiscal general cuando decidió incoar sólo dos expedientes de traslado, y se volvió a equivocar cuando no aceptó la propuesta del Consejo Fiscal de trasladar también a Gordillo'. "No se puede pretender que cuatro funcionarios vayan a condicionar una resolución del Consejo de Ministros", agregó.
Anoche, en Sevilla, Margarita Mariscal manifestaba que las amenazas de Gordillo, Rubira y Fungairiño "no tienen la mayor importancia" ni la "mayor trascendencia". Según la ministra, este comportamiento es "normal" entre personas que han trabajado mucho tiempo juntas. Sobre la decisión de Úrculo de desestimar la propuesta del Consejo Fiscal, se negó a pronunciarse mientras no reciba el expediente. Alegó que la única información con la que cuenta es- la publicada en la prensa.
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