Altos mandos de la Armada, a juicio por contrabando de tabaco en Cádiz

Altos mandos de la cúpula de la Armada española se sentarán en el banquillo de los acusados por el supuesto contrabando de tabaco detectado en 1992 en varios buques de la Marina de guerra española, proceso que se instruye en el Juzgado número 6 de Cádiz. El fiscal solicita para ocho militares una pena total de 21 años de reclusión y una multa de 770 millones de pesetas por introducir de forma ilegal en territorio nacional 438.000 cajetillas de tabaco rubio, valoradas en 96 millones de pesetas.

El asunto afecta de lleno a la estructura de mando de la Armada española. Entre los principales involucrados están José Antonio Zea Salgueiro, almírante jefe del Arsenal de Cartagena y, cuando ocurrieron los hechos, comandante del buque de transporte Castilla; Angel Tello Valero, comandante del portaeronaves Príncipe de Asturias, buque insignia de la Armada y, entonces, jefe, del bu que anfibio Martín Alvarez; Luis Roca Ramírez, capitán del buque Aragón y ahora di rector de la Escuela de Guerra Naval, con sede en Madrid, y Jesús Bringas Andújar, comandante entonces del buque Velasco. Todos deberán res ponder a una petición de con dena de tres años cada uno de ellos. Para el juicio, cuya fecha aún no se ha Fijado, el ministerio fiscal solicita también la comparecencia del actual jefe del Estado Mayor de la Arma da, Pedro Regalado Aznar, que era jefe de la flota de la Armada, con sede en Rota, cuando sucedieron los hechos y bajo cuya circunscripción se encontraban los buques investigados.También están inculpados los cuatro oficiales de aprovisionamiento de las embarcaciones. Se trata de Antonio Anasagasti Valderrama, Francisco Javier Expósito Belinzón, Juan José González del Ojo y José Velón Ororbia. Para ellos se solicita una pena de dos años y tres meses de cárcel.

El asunto se remonta a mayo de 1992 cuando los cuatro buques regresaban de unos ejercicios navales realizados en el Mediterráneo con otras unidades de la OTAN y con sus bodegas llenas de tabaco que cargaron en Túnez. Los tres primeros barcos atracaron en Rota y Cádiz, mientras que el Aragón se desplazó hasta Barcelona para formar parte del dispositivo de seguridad de los Juegos Olímpicos.

Durante el trayecto se recibió una denuncia anónima que informó del cargamento ilícito en la sede en Cádiz del Servicio de Vigilancia Aduanera, desde donde se avisó a la Capitanía General de la Zona Marítima del Estrecho, en San Fernando (Cádiz) y, de ahí, al almirante de la flota, situada en Rota.

Los representantes legales de los militares implicados sostienen que el tabaco libre de impuestos se embarcó porque fue ofrecido a buen precio en Túnez y bajo el principio de entrepot, concepto que permite el transporte de determinada cantidad de tabaco por tripulante y día de navegación. Por su parte, el fiscal mantiene que hubo un acuerdo expreso con las empresas suministradoras Sainnaval SL y Paulino Freire SA, para cargarlo de forma clandestina y fuera de todo control aduanero.

La tramitación del caso llegó a bloquear la escala de mandos en la Armada, como reconoció el Ministerio de Defensa.