El cabaré 'Las cochinillas prodigiosas' cumple un año

Llegaron a Madrid por amor y buscan, desde hace más de un año, a su lobo entre el público que acude a ver su espectáculo. Las cochinillas prodigiosas, tres cerditas entraditas en carnes, "picaronas y gustosas" según se definen, se presentan ante el respetable vestidas con un tutú de colores, gafas de culo de botella, zapatos de colores fosforescentes, con un gran tacón de goma y ceñidos pantalones de ciclista.

Queda clarísimo a qué especie animal pertenecen por el rabito retorcido que asoma por detrás, por sus grandes orejas y, sobre todo, por un estupendo hocico redondo, rosado y plano. Nada más aparecer en escena se dedican a buscar los rabitos del público. Les hace gracia no encontrar ninguno.Las cochinillas prodigiosas es, el nombre del espectáculo de la compañía Máquina Mecánica que creó Eulogio Das Penas para tres actrices: María José Abad, Luisa Salaguren y María José Alonso.

Desde su estreno, en marzo del año pasado, han paseado este montaje por una veintena de locales de la capital: cuando no están en un café trabajan en una sala de teatro alternativa o, si no, actúan en una taberna o en un centro cultural.

"Seguramente es uno de los espectáculos más paseados por Madrid", comenta el autor basándose en estos datos.

Caperucita, a su aire

Cantan a gorgoritos el O sole mio, bailan Quién teme al lobo feroz o se marcan una canción de Julio Iglesias.Cuentan también el cuento de Caperucita (eso sí, algo modificado) o interpretan a la perfección una coreografía con pasos de lo más eróticos.

De cuando en cuando les llega un "orgasmo telepático, magnético y animal". Y, además, hablan en verso. "Es un espectáculo que cambia a medida que avanza la representación. Empieza como un número de clown y evoluciona hasta el cabaré", comenta Das Penas.

"Tiene lo justo de picantito, o un poco más de lo justo", señala una de las actrices.

Las tres intérpretes tienen varios años de estudios de arte dramático a sus espaldas y un duro entrenamiento de cara a esta función que están representando en la capital.

"El cabaré está mal considerado como espectáculo menor. Aunque no interpretes una gran tragedia de Shakespeare, hay un gran trabajo detrás y un duro contacto real con la gente que viene a vemos", añade otra de las tres cerditas que participan en el espectáculo.

Cada noche el público es distinto, puede pasar -d e todo. "Hay veces que la gente se parte de risa nada más vemos. Otras, el público es más hostil y hay que conquistarlo poco a poco", comentan las actrices, que durante la función torturan con sus bromas a más de un paciente espectador.

"Nuestra propuesta es distinta al resto de los espectáculos de cabaré; hay que apostar por números nuevos para llegar cada vez a más gente", prosiguen las tres artistas.

Historia loca

Das Penas concibió este montaje como una historia loca y descabellada. Pero, desde la primera función, la cosa ha variado bastante. '"Son ellas las que se enfrentan al público y tienen que improvisar. El trabajo de verdad ahora es el suyo", dice el autor. Las cochinillas prodigiosas están dispuestas a seguir buscando al lobo por todo Madrid.

Durante este mes tienen previsto rotar por distintos locales de la capital en busca de su particular fiera.

Las cochinillas prodigiosas. Todos los jueves de abril, en la sala Triángulo, a las 22.30 horas (Zurita, 20, metro Lavapiés). 1.000 pesetas. Días 11 y 12, a las 23.00, en la sala Gurdulú (Tirso de Molina, 4. Leganés), 800 pesetas. Día 18, a las 22.30, en el café Manuela (San Vicente Ferrer, 29, metro Tribunal). El día 19, a las 23.00, en la sala El Montacarlas (Antillón, 19, metro Puerta del Angel) suplemento de 300 pesetas. El día 23, a las 23.00, en el café Moderno (plaza de las Comendadoras, 1, metro San Bernardo). El día 25, en el Centro Cultural La Lavandería (Vallecas).