Conchi vive San Blas
Rotunda como su apariencia, Conchi, la dueña de la papelería, mira fijamente a la videocámara que le enfoca y dice: "El barrio no es solamente la droga, está abandonado". Los colores tenues y los perfiles desdibujados que capta el vídeo casero son muy apropiados para un relato, cercano y cariñoso, que han construido con una cámara prestada por el programa Línea 900, dos chavales, Adán y Dani, sobre su hogar, el distrito de San Blas (Madrid).
¿Vivirá Conchi en alguno de los 10.000 pisos construidos por allí? Pisos del franquismo con 40 metros cuadrados para tres generaciones, un horizonte de muros salpicados de desconchones y, en el recuerdo, la procesión de yonquis en busca de caballo. Dicen en el barrio que los drogadictos se han ido cuando hace meses tiraron el poblado de Los Módulos.
A San Blas, este suburbio duro como el jaco (129.000 vecinos), en marcado por el paro y las pancartas, le hace justicia el reportaje de tono escolar de los dos adolescentes. A Conchi, a los colegas del instituto, a las chicas de una ONG, a la okupa desalojada con un hijo en brazos, a todos les han interrogado sobre el barrio y sus problemas. Adán y Dani juegan con ventaja. Ellos y la eclosión de la droga en San Blas nacieron a la vez, hará unos 15 años. Por eso el valor de sus preguntas descaradas y el saber, que antes de que, Los Módulos se desmontasen, había abigarradas colas de muchachos escuálidos ante el autobús que les cambiaba las jeringas por otras nuevas. Antes venían 100 a la hora, hoy apenas dos.
Los dos amigos tratan de desmontar la leyenda negra de su barrio. Al fin y al cabo, nadie les intenta robar la cámara y, a cambio, consiguen que dos vecinos se duelan en pantalla de un hijo atropelloado mortalmente por el caballo. Pero, al final del reportaje. Adán insiste: "San Blas es mejor que otros barrios, porque es el mío".
'Línea 900', se emite a las 20.25 en La 2.
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