España cede el doble y cae en Italia
El equipo de Santana sufre una derrota humillante ante un equipo inferior
Las caras del equipo español eran patéticas al, final de la segunda jornada. Mientras los italianos enarbolaban banderas y eran subidos a hombros, Javier Sánchez y Francis Roig recibían en la espalda golpes de consuelo de su capitán, Manuel Santana, y del resto del equipo. Diego Nargisoy Omar Camporese acababan de ganar el doble (5-7, 7-6 (7-0), 6-2 y 7-6 (7-5) y España quedó apeada de la Copa Davis por 3-0. Fue una derrota humillante, porque se produjo ante un equipo teóricamente muy inferior y habiendo tenido en la mano posibilidades de ganar los tres partidos.Un 3-0 no lo sufría España desde que perdió en Newport frente a EE UU en la segunda ronda de año 1991. Pero aquel equipo estuvo encabezado por John McEnroe. Y el de ayer, lo espoleó Omar Camporese, el jugador 158 de mundo. Una diferencia sustancial. España deberá esperar otro año para intentar alcanzar las semifinales, a pesar de contar con el 8º y el 12º jugadores mundiales. Esta vez Carles Moyà y Albert Costa también sufrieron el síndrome de la Copa Davis. Italia las disputará por segundo año consecutivo, ante Suráfrica o Suecia.
No todo fue negativo en el equipo español. Por primera vez en los últimos años España contó con un verdadero doble. Javier y Francis aportaron al equipo conceptos que no se conocían desde la marcha de Emilio Sánchez y Sergio Casal en 1993. La claridad en los cruces, tan típicos de los buenos dobles; la seguridad en el servicio y tomar riesgos en el resto; la selección de los golpes, buscando muchas veces más la angulación que la potencia. Cosas todas ellas a las que le cuesta más habituarse en un sólo partido a un jugador típico de individuales. ¿Que eso no bastó? Es cierto. Pero los españoles se enfrentaron ayer a un gran doble, una pareja habituada a jugar en el circuito y en la Copa Davis lo hacen desde 1989 y llevan 6 victorias y sólo 2 derrotas, que este mismo año ha alcanzado las semifinales en Milán.
Al final, sin embargo, nadie puede discutir la victoria de los italianos. Incluso en el doble fueron mejores, porque encontraron la motivación suficiente para superar los momentos difíciles y resolvieron con eficacia sus ventajas. Como suele ocurrir en los partidos en pistas rápidas, el partido se decidió en muy pocos puntos. Y la mayoría de esos cayeron del lado italiano.
Posiblemente, el curso del partido se habría modificado si Javier y Roig hubieran aprovechado la bola de set que tuvieron en la segunda manga, con 6-5 y 30-40 sobre el saque de Camporese. Pero en vez de situarse con dos mangas a cero. Se fueron al desempate y lo cerraron sin ganar ningún punto. Y en la tercera manga vivieron un momento patético, tras el 2-2, en el que no ganaron más que dos puntos en los cinco juegos siguientes. Pasaron pues a situarse dos sets a uno abajo y 0-1 en contra en el cuarto.
La sensación de impotencia era total en aquellos momentos. Y, o la rompían de inmediato o cerraban su actuación con un rosco.
Fue Francis con su saque el que elevó de nuevo el tono. Y desqués, Santana y los suyos recuperaron la ilusión con un break que les situó la manga en franquicia. Pero otra vez, Nargiso y Camporese demostraron su experiencia, mantuvieron la calma v asestaron su golpe donde más daño hacía. Igualaron a cinco, cuando Roig servía para el cuarto set.
El resto del partido fue el inicio de la fiesta. Un público excitado, imparable y una pareja italiana en racha de aciertos. Y un doble español que se mantuvo firme en la lucha, pero que no pudo impedir la hecatombe. Il Bello Adriano fue sacado de la pista como un héroe. Y lo es, porque con un equipo repleto de mediocridades ha situado a Italia en las semifinales. Santana, en cambio, salió con la cabeza baja como el resto del equipo.
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