LAS BUENAS MANERAS EN MISA
La Conferencia Episcopal italiana, que preside el cardenal Camillo Ruini, ha decidido echar una mano a los párrocos, que se lamentan de que a veces las iglesias parecen un mercado, publicando en su periódico oficial, L'Avvenire, unas normas sobre cómo comportarse en misa. Los obispos consideran que no es de recibo ponerse a hacer aviones de papel con las hojas de las sagradas lecturas, hablar por el telefonino o móvil, colarse en la fila de ir a comulgar o pasarse la ceremonia cotilleando en voz alta por no hablar de la falta de decencia en el vestir con que algunos y algunas fieles -minifaldas, camisas desabotonadas- se presentan en la iglesia, actitudes todas ellas indisciplinadas que, a juicio de la jerarquía eclesiástica, disturban la celebración litúrgica. El opúsculo de los obispos, que lleva por título Un poco de urbanidad en la iglesia no está de más, ha sido impreso por la editorial católica Elle di Ci de Turín y, junto a las recomendaciones anteriores, hace indicaciones como ésta: "Cuando entres en la iglesia saluda al dueño de la casa". Pide, además, puntualidad, que nadie se quede de pie cuando todos se arrodillan (o viceversa), no esparcir por el suelo agua bendita o cera, apagar el telefonino, contestar a las preces cuando corresponde, y no de aquella manera y al aire de cada cual, y no echar al cepillo fichas telefónicas o monedas que no sean de curso legal. Un total de 14 mandamientos -cuatro más que los de Moisés en el Sinaí- para que el personal se comporte con compostura en el lugar de culto y no se ande con bromas alternativas a la hora de aflojar la cartera-
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