Pancho marca los 70 años
'La mejor pierna izquierda' recibe un homenaje en Budapest
Ferenc Puskas, la pierna izquierda más potente de la historia del fútbol mundial, cumple hoy 70 años y recibe en Budapest, la capital de su país, el homenaje que se merecía hace ya mucho tiempo. Pancho, Cañoncito pum, estará rodeado de muchas de las estrellas que le acompañaron en sus hazañas por los campos del mundo o que incluso se enfrentaron a sus temibles disparos. Y no será un homenaje más, sino de los más sentidos porque no se podrá encontrar a nadie en el mundo del fútbol que además de alabar su calidad deportiva olvide la humana. Hoy estarán con él, entre otros, el hombre con quien mejor se entendió, Alfredo Di Stéfano, y el que más centros le dio para marcar los últimos goles asombrosos de su carrera en el Real Madrid de la cinco Copas de Europa, Paco Gento. Puskas sólo ganó la dos últimas, tras llegar con 31 años y siempre con kilos de más. Pero poco importaba. Sólo necesitaba el espacio de un metro para sacar sus latigazos siempre zurdos. ,Hungría ha dado jugadores espléndidos. Los nombres de Kubala, Bozsik o Kocsis forman parte de las letras de oro del balompié; como todo el equipo que maravilló en los años 50. Pero Puskas ha quedado como el cañonero más ímpresíonante, todo un lujo. Campeón olímpico en Helsinki 52 -Samaranch le impondrá también hoy la máxima condecoración-, sólo le faltó el título mundial que Hungría perdió en la enorme sorpresa de 1954, en Berna, por 3-2, ante Alemania.
Estaba predestinado. Nació con el apellido Purczeld, pero era demasiado alemán. Tuvo que cambiarlo a los 11 años por el sonoro Puskas. Toda una premonición, pues significa rifle o escopeta. Había empezado pronto a practicar. A los ocho meses, con una pelota de goma. Y quizá ya con la izquierda.,
Puskas ha vivido dos etapas gloriosas del fútbol mundial, como pocos jugadores. Únicamente los barcelonistas Kubala, Kocsís y Czíbor, pero de forma distinta y menos intensa en triunfos. La represión soviética en su país, en 1956, los lanzó al exilio. Pero sólo Puskas estuvo en dos de los partidos más legendarios de la historia del fútbol. En 1953, cuando Hungría humilló a Inglaterra en su templo, londinense de Wembley con un 6-3 y dos goles de Ferenc, y en 1960, también en suelo británico, en Glasgow, cuando el Madrid, ganó la quinta Copa de Europa con el 7-3 al Eintracht alemán y cuatro tantos suyos.
En otro ejemplo del olvido que se ha tenido con él, sólo recientemente se descubrió que Puskas ha sido el mayor goleador de la historia. Los famosos 1.000 goles de Pelé son muy relativos, pues muchos fueron conseguidos en ligas menores, no en el equivalente a Primera División. Pancho, en 349 partidos en Hungría logró 358 goles. En 179 con el Real, 154. En 41 de la Copa de Europa, 35. Jugó 84 veces con Hungría y obtuvo 83 goles. Con España, cuatro; pero no marcó.
Tras nueve años en el Madrid no encontró hueco en la casa blanca y se convirtió en entrenador trotamundos. Fue uno de los detalles más feos del club con una figura señera, pero él nunca se quejó. Es demasiado bueno. Lo de hoy incluso le parecerá demasiado
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