_
_
_
_
_
GOLF TURESPAÑA MASTERS

Calidad de vida de campeón

Carlos Arribas

Quizás, cuando esperaba que Westwood embocara su último birdie y, su victoria ya consumada apenas pudiendo contener las lágrimas, José María Olazábal pensara que, pese a todo, calidad de vida para él, para un campeón, no es sólo poder andar, saltar, correr como una persona normal después de año y medio pensando que su futuro sería una vida de paralítico; para él, para un campeón, calidad de vida, lo comprobó mientras se emocionaba sólo minutos antes de dar el golpe de la victoria, sólo podía ser volver a ganar.En los largos meses de lucha contra una enfermedad en principio diagnosticada como irreversible, Olazábal no dejó apenas un día de dar golpes a las bolas. Lo que echaba de menos en los días de postración era el inconfundible olor de un campo de golf, el aroma de la competición. Así que cuando dijo "vuelvo", después de asegurarse concienzudamente de que era capaz de volver a competir sin desentonar, el golfista de Hondarribia sintió que dejaba atrás la enfermedad, se sintió, por fin, una persona normal. Pero, una vez metido en la competición, él, que es capaz de luchar tan arduamente por ganar una apuesta de una comida como por vestir la chaqueta verde del Masters de Augusta, no podía sentirse satisfecho hasta que llegara un día como el de ayer. Y un momento que si ningún golfista puede pasar sin emocionarse menos lo podría pasar él, que hasta ayer era un golfista especial: el instante en que con el último golpe largo se llega al green del último hoyo de un torneo sabiendo que nadie ni nada te va a quitar la victoria; el paseo entre aplausos hasta la bola.

Más información
Olazábal vuelve a ganar

Al margen de los sentimientos personales del protagonista, el reencuentro de Olazábal con la victoria, y sólo en el tercer torneo en el que participaba tras 18 meses de ausencia, es uno de los momentos más importantes del deporte español en los últimos años. Es la recuperación de un grandísimo deportista. De una persona que, sólo apoyada por sus amigos y su optimismo innato -aunque siempre se niegue a exteriorizarlo-, ha logrado volver a disponer de la calidad de vida de un campeón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_